La catedrática de la USC Ana Goy incide mucho en la necesidad de realizar un estudio amplio sobre la ciudad como base para optar en algún momento a la candidatura de la Unesco, pero también para tener un documento base sobre el que desarrollar iniciativas en el casco histórico.
-¿Por qué se necesita un estudio?
-Hay una fase de investigación y con los resultados y si se dan las circunstancias, se puede concurrir. Pero a Lugo le interesa tener ese estudio porque por ejemplo en dos años será el Xacobeo, y mucha gente vendrá a Lugo y los peregrinos cuando se van de Galicia son embajadores de nuestra tierra. El Camino Primitivo tiene un valor que ha perdido el Francés, que está más explotado y masificado, y es el de la autenticidad. Lugo tiene que apostar por esa línea. Todo lo que se haga para poner de relieve el casco histórico lo va a percibir el peregrino y será el mejor embajador de la ciudad. Está bien posicionarse en Fitur, pero creo que difunden más la ciudad los peregrinos, por ejemplo. Ellos van a hablar del buen trato que reciben, de la hospitalidad, del paisaje, de que se come bien y económico...
-Entonces, ¿el 2021 debería ser un escaparate para lanzar la candidatura a la Unesco?
-Hay que aprovecharlo, Lugo no puede perder la autenticidad que hoy aún tenemos. Y el peregrino lo valora, y lo cuelga en sus blogs, y redes sociales. Lugo tiene que crecer bien y desarrollarse, pero sin perder su esencia. Cualquier decisión que se tome a nivel urbanístico condiciona el futuro de la ciudad, por eso es necesario el estudio que haremos.
-Pero se necesita más formación...
-En Santiago, tanto el Concello como los hosteleros apostaron por potenciarla. Nuestros alumnos del grado de Difusión Cultural están preparados, incluidos los idiomas. Tienen que ir de la manos las administraciones, incluidos los concellos, porque el peregrino no pasa fronteras. En el caso del Camino Primitivo hay que perder los localismos y tener una vista de dron para percibir mejor las necesidades.