Dragicevic se perderá lo que resta de temporada por lesión y el club precisa recursos para fichar un pívot
30 ene 2019 . Actualizado a las 20:10 h.El alero del Cafés Candelas Breogán Millsap regresó en la jornada de ayer a los entrenamientos y participó en las dos sesiones que celebró el equipo.
El jugador, según la versión que el club hizo pública a la última hora de la tarde del pasado martes, no se había ejercitado esta semana debido a una gastroenteritis, que ayer también le privó de ejercitarse a pleno rendimiento con el resto de compañeros.
El motivo no oficial por el cual el americano no se ejercitó el pasado lunes es por el enfrentamiento que mantiene con su entrenador, Natxo Lezcano, en las últimas semanas.
Escasa aportación
Millsap únicamente jugó 6 minutos en el último partido que su equipo disputó el pasado sábado frente al Manresa. A su conclusión, Natxo Lezcano fue preguntado en la rueda de prensa por la escasa presencia en pista del americano y el preparador no dudó en responder que el principal motivo había sido su falta de implicación en partidos y entrenamientos. El malestar del técnico con el jugador ya venía de antes de ese encuentro como insinuó en otra intervención pública durante la semana, aunque sin ser tan rotundo como en su última intervención.
El jugador es la penúltima incorporación del cuadro breoganista y sus dos primeros partidos, sobre todo en el de fuera de casa en Fuenlabrada y también el del Pazo ante Guipúzcoa generaron ilusión entre los aficionados. A partir de esos compromisos, el rendimiento del americano sufrió un notable descenso, más que por su falta de acierto por la aparente desidia que mostraba tanto en los partidos como en las sesiones preparatorias.
La consecuencia fue la pérdida de confianza de su entrenador en sus posibilidades, lo que se transformó en el descenso en los minutos disputados.
La situación, aunque desde el club lo niegan por el momento, es que el jugador podría abandonar la disciplina del cuadro breoganista. El problema es que el Breogán ya ha superado con creces el presupuesto que tenía estipulado para afrontar posibles cambios de jugadores y no dispone de recursos para llevar a cabo otro fichaje.
Los responsables del conjunto breoganista son conscientes de la gravedad de la situación, que en principio tratarán de encarrilar dándole un voto de confianza a Millsap con la esperanza de que el jugador cambie por completo en su actitud y cumpla con el grado de implicación que su entrenador le reclamó y que precisa el equipo para lograr sus objetivos.
Los problemas se acumulan en el Breo, ya que se confirmaron los peores pronósticos en el caso de la lesión de Dragicevic, que se perderá los dos próximos meses competición por un problema en los isquiotibiales.
La baja del último fichaje del cuadro lucense lo deja corto de efectivos para lo que resta de competición, y sin dinero para hacer fichajes.
Opciones de fichar
Las únicas opciones que tiene la entidad para disponer de liquidez serían que o bien Millsap, si se va, o Dragicevic aceptaran romper su contrato, lo que liberaría al Breo de abonar sus nóminas de los próximos meses. Con ese dinero el club que preside Jesús Lázare podría acudir al mercado, en este caso todo indica que dispuesto a incorporar un pívot extracomunitario para reforzar el renqueante juego bajo tableros del equipo tras la marcha de Jordan.
La otra posibilidad que contemplan en el club es que la recuperación de Norel vaya por buen camino y el pívot, inédito hasta el momento, pueda estar en condiciones de saltar a la cancha a principios de febrero, sería la mejor noticia para el equipo.