Pocas sorpresas en una película que gana con su protagonista
25 ene 2019 . Actualizado a las 11:37 h.2018?• Estados Unidos• Rob Marshall• Emily Blunt, Lin-Manuel Miranda, Ben Whishaw, Emily Mortimer• No se puede negar el atrevimiento que supone revisar un clásico como «Mary Poppins» (Robert Stevenson, 1964). Quizás es un ejemplo de la falta de imaginación que tiene Disney, que para este año anuncia versiones de «Dumbo», «El Rey León» y «Aladdin». Sabe que estos clásicos, de diferentes décadas, fueron la educación sentimental de varias generaciones y que ahora necesitan llenar las salas no solo con los niños sino también con sus padres. Cosas de márketing.
Pero la calidad de una película no sabe de estrategias comerciales y esta continuación de Mary Poppins poco aporta a su primera versión, precisamente porque se trata de una versión. Aunque los protagonistas han envejecido, la trama y la estructura es similar, con lo que el factor sorpresa se pierde por completo. A pesar de tener un guion poco original sí lo son las canciones (no cayeron en el error de repetir las clásicas , que están bien resueltas a nivel coreográfico, aunque en algún número uno llegue a pensar si estamos viendo la oscarizada película de su director, «Chicago». Los guionistas y el director jugaron la baza de la emoción, del sosiego con la cámara y con algún guiño sorprendente, como que una de las protagonistas sea una activista social.
Pero sin lugar a dudas lo mejor de esta película es Emily Blunt. Y decir esto no es poco ya que la sombra de Julie Andrews era alargada. Frescura, picardía y soltura. Cada aparición suya se enciende la luz de la pantalla. Incomprensiblemente no apuestan por ella como gran protagonista del film. Una pena.
•Cines Abella •