«Só fixen un discurso irónico e crítico», advierte el polémico Rey Melchor

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

Carlos Castro

Eduardo Fernández Abel fue el encargado de hacer de personaje real en la cabalgata

08 ene 2019 . Actualizado a las 19:50 h.

El Rey Melchor, representado por el lucense Eduardo Fernández Abel, rechazó ayer ahondar en la polémica de su intervención desde el balcón del consistorio. Simplemente destacó: «Só fixen un discurso irónico e crítico, nada máis». Además indicó que utilizarlo con fines políticos no lo consideraba adecuado sobre todo porque «ninguén me deu indicacións de ningún tipo para expresarme, e fun totalmente libre para elaborar o contido». Además, indicó que «parece mentira que por unhas críticas se saquen as cousas de contexto» y recordó «que o PP foi o único partido que estivo detrás das críticas».

Fernández Abel es persona muy conocida en la ciudad, básicamente por su actividad deportiva. Fue jugador y entrenador de fútbol y comentarista deportivo. Actualmente es maestro jubilado. Abel estuvo durante algún tiempo vinculado con la política. Llegó a ser responsable de Deportes de la Xunta durante el gobierno bipartito. «Un amigo persoal pediume que lle votara un cable ao BNG no eido deportivo e aceptei o reto de ser dous anos xefe provincial de Deportes na Deputación e outros tantos na Xunta. Ese tempo serviume para darme conta de que o deporte esté pelexado ca cultura e ca economía e que se trata do patiño feo das axudas. Está infravalorado e non o entendo», declaró en una entrevista concedida al periodista de La Voz, Xosé R. Penoucos.

La elección de los tres personajes reales de la cabalgata se hace en el consistorio lucense entre personas que se presentan voluntarias, según indicaron ayer fuentes del equipo de gobierno. «E que ninguén pense que hai un cento ofrecéndose, nin moito menos. Como exemplo, este ano tivemos que recorrer a un xogador do Breogán para que fixese de Baltasar. Logo, para os demais tampouco houbo moitos interesados», apuntaron.

La situación generada motivó enfado en el equipo de gobierno por la actitud mostrada desde el PP. En este sentido, fuentes del equipo de Lara Méndez indicaron que la libertad de expresión era un principio fundamental que defendían, a diferencia de lo que hacen los populares en las instituciones en las que gobiernan, y pusieron como ejemplo el caso de la RTVG «onde moitos traballadores veñen denunciando sistematicamente que teñen que someterse á manipulación».

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