Atilano tiene más secretos que revelar al cabo de un año

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO

CARLOS CORTÉS

Durante el 2019 se sabrán los resultados de varios estudios sobre el esqueleto hallado en una tumba medieval de A Pobra do Brollón

25 dic 2018 . Actualizado a las 20:42 h.

En diciembre del 2017 se realizó la exhumación de un esqueleto humano -bautizado como Atilano- descubierto en un cementerio medieval situado dentro del recinto del castro de San Lourenzo de Cereixa, en A Pobra do Brollón, junto a las ruinas de una antigua iglesia. Al cabo de un año, en los laboratorios siguen realizándose investigaciones sobre estos restos humanos cuyos resultados se darán a conocer durante el 2019.

El pasado verano ya se divulgó un estudio osteológico que reveló que Atilano -que pudo vivir entre los siglos X y XII, según estiman los arqueólogos- padeció en sus huesos diversas dolencias y alteraciones que se atribuyen al exceso de ejercicico físico, algo muy común entre los campesinos medievales. Lo que se espera conocer ahora es la dieta que llevó durante su vida este antiguo vecino de Cereixa. El bioarquéologo Patxi Pérez Ramallo ya terminó un análisis de isótopos que -según se espera- permitirá saber en qué medida Atilano se alimentó de carne, de vegetales o de pescado. Para completar el estudio, explica el investigador, «hai que facer aínda unha serie de comparacións con outros esqueletos desa época encontrados en varios lugares do norte da península».

Falta por conocer también los resultados de un análisis de ADN que tiene por fin averiguar el posible parentesco genético de Atilano con otras poblaciones medievales de la península o de otras áreas geográficas. Este estudio se lleva a cabo en un laboratorio especializado de Estocolmo. También falta por realizar una datación por el método del carbono 14 con el fin de determinar lo mejor posible la antigüedad de estos restos.

Mala conservación

Pérez Ramallo señala que el estado de conservación de los huesos no es nada favorable para estos análisis. «Como están moi deteriorados, a proba de ADN non resultou ben ao primeiro intento e houbo que facela por segunda vez», explica el científico. «As análisis de isótopos tamén tiven que repetilas varias veces polo mesmo motivo», añade.

En todo caso, los investigadores esperan que estos análisis proporcionen datos de gran interés sobre el modo de vida de las poblaciones rurales gallegas de la Edad Media. «Como en Galicia se conservan pouquísimos restos humanos dese período e menos aínda de xente das clases populares, esta investigación ten un interese excepcional», apunta Patxi Pérez Ramallo.

Debido a la singularidad del hallazgo, señala por otra parte el bioarqueólogo, las investigaciones sobre Atilano han despertado un gran interés en la comunidad científica a lo largo de este año. «Estou sorprendido da repecursión que está tendo esta investigación», explica Pérez Ramallo. «É certo que se trata dun caso moi singular, pero por outro lado hai que sinalar que durante os últimos meses se fixo un labor de divulgación moi forte por parte dos responsables deste proxecto arqueolóxico», agrega.

Las excavaciones en las que fue hallado el esqueleto de Atilano forman parte de un proyecto arqueológico promovido por la asociación de vecinos de la parroquia de Cereixa con el apoyo del Ayuntamiento y de varias institutiones y entidades.

Una imagen de marca para apoyar una estrategia turística

El hallazgo de Atilano supuso un fuerte impulso para la estrategia de aprovechamiento turístico del castro de San Lourenzo que impulsa la asociación vecinal de Cereixa con el apoyo del Ayuntamiento. «É un nome que se popularizou enseguida e funciona perfectamente como unha imaxe de marca para este proxecto», apunta Xosé Gago, miembro de la referida asociación.

La celebridad de Atilano, dice Gago por otra parte, no solo impulsó las visitas al castro, sino que también ayudó a atraer gente a otras rutas culturales organizadas este año en el municipio a lugares como la Cova das Choias y el conjunto de antiguas bodegas de Vilachá de Salvadur. Para el 2019 está previsto seguir potenciando este tipo de actividades y se espera que la imagen de Atilano continúe siendo un apoyo firme en este sentido.

 

JUNTO AL CAMINO DE INVIERNO

El hecho de que el Camino de Invierno pase justo al pie del castro de San Lourenzo ha facilitado en gran medida el aprovechamiento turístico de este yacimiento arqueológico. Muchos visitantes que recorren esta ruta se detienen para visitar el castro y el cementerio medieval