Crece entre los lucenses la impresión de que el modelo político-social se tambalea

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto LUGO / LA VOZ

LUGO

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El bajo nivel del debate político en los principales foros institucionales agrava la sensación de la crisis

23 nov 2018 . Actualizado a las 22:50 h.

«Eu sabía que isto estaba mal, pero está aínda peor do que pensaba». Lo dijo ayer un lucense mientras esperaba el bus urbano en una parada de Fingoi. «Isto» es el modelo político social y sus instituciones, y se convenció de que la cosa está aún peor de lo que creía al ver cómo se las gastan en el Congreso algunos diputados como Gabriel Rufián. Y, al decirlo, el usuario del transporte público repetía lo que es frecuene escuchar en conversaciones en la calle, en los bares y en las salas de espera. La Voz comentó el asunto con algunos conocidos lucenses y esta es su visión de una cuestión que cada día parece preocupar a más ciudadanos en todo el país.

El exalcalde Vicente Quiroga no lo duda: «Sí, la sensación es que vamos cuesta abajo y que no hay quien sea capaz de parar la caída. Hemos llegado a un nivel tan raso en la categoría de los políticos que parece que ya no puede caer más». Para Quiroga hay un problema de raíz, que es el modelo educativo que, en su opinión, no funciona correctamente. Pone a Portugal como ejemplo. Tiene muy claro que «los políticos son el reflejo de la sociedad de hoy, y, además, se agrava por el hecho de que muchos líderes son gentes que han chupado del partido casi desde pequeñitos». Avisa de que la educación se adquiere en el seno de la familia. «Yo creo que todos los que vivimos el 78 [1978] estamos alucinados con lo que está ocurriendo».

Julio Méndez Menéndez del Llano es uno de los impulsores de las movilizaciones en demanda de pensiones públicas dignas. Este exconcejal señala: «Tengo una clarísima sensación de crisis. Creo que en el momento actual es, desde 1975, cuando tenemos la clase política más mediocre. Los políticos están crispando a la sociedad, en general, y más grave aún, a la gente joven. Si no cortamos esta deriva, es de temer que el actual sistema, este modelo, se vuelva ingobernable: puede darse una situación muy grave. El último incidente en el Congreso fue muy grave».

Matilde García Losada es una funcionaria jubilada del Concello de Lugo. Fue jefa del servicio de Cultura. «Cuando vi lo que pasaba en el Congreso, me asusté mucho. Yo tengo esa sensación, que creo que cada día está más extendida, de que esto, el sistema que nos dimos están muy mal. Con intervenciones como esa, se está agravando una situación que ya no es buena. Así la gente pierde el respeto a las instituciones».

Hilario Blanco Gómez, funcionario municipal, tiene patentados algunos inventos. Milita en el PSOE y durante un tiempo estuvo en la corriente Izquierda socialista. «Eu non creo que o sistema estea tocado. Hai momentos máis intensos e menos intensos. É lóxico que a xente teña sensacións de certa inquietude, fundamentalmente pola corrupción. Pero a cuestión é que agora sabemos que existía e iso é bo. E tamén é bo que a xente non se fíe. O problema é que aínda non se tomaron medidas para corrixir as situacións de corrupción e iso crea malestar».

Pablo Vázquez Sande es delegado en Lugo de Asociación de Comunicación Política de Galicia. «Intervenciones como esa son reflejo del clima que vive el país, porque los políticos son un reflejo de la sociedad. Pero no creo que este clima vaya a ir a más; es algo que yo relativizo».

El fotógrafo Pepe Álvez señala: «Este es un momento muy preocupante. Los ciudadanos solo ven que los políticos están cada uno a sacar su tajada y son conscientes del peligro que eso entraña. Que la cosa está fastidiada lo sabe todo el mundo y también que no es un momento comparable a ningún otro desde el inicio de la democracia. Yo veo a la gente en actitud de ¨ya pasarᨻ.