El pastoreo podría reducir un 58% las emisiones de amoníaco de las granjas

Dolores Cela Castro
Dolores Cela LUGO / LA VOZ

LUGO

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Ochocientas personas asisten a las jornadas de Seragro, que continúan mañana

08 nov 2018 . Actualizado a las 23:26 h.

El pastoreo podría reducir en un 58% las emisiones de amoníaco, de las granjas gallegas simplemente duplicando el tiempo que las vacas pasan fuera, según señaló ayer en las jornadas de Seragro el investigador del CIAM Juan Castro Insua, que habló sobre buenas prácticas en el manejo de purines, adaptadas al clima y al suelo. Para que esto sea posible, según explicó, sería necesario ampliar la base territorial entre 55.000 y 60.000 hectáreas de terreno para disminuir la actual carga ganadera. Para este investigador es grave que se estén utilizando tierras de alto valor agrario para la plantación de eucaliptos. Según dijo, hipoteca la sostenibilidad de las explotaciones agrarias.

Según los datos que baraja Castro, el 96% de las emisiones de amoníaco proceden del sector agrario, pero solo el 8% de ellas las genera el sector del vacuno de leche. En su opinión, los titulares de granjas ecológicas o en pastoreo merecen recibir premios porque contaminan menos que las macrogranjas de vacas, que están dentro de establos y sometidas a temperaturas elevadas, que producen más emisiones.

Juan Castro avanzó que en Mabegondo están investigando cómo identificar los ácidos grasos de la leche de pastoreo y diferenciarlos de las reses que no realizan esta práctica. Este estudio lo están realizando en colaboración con el Ligal, con el objetivo de que se incluya en un futuro este resultado con el resto de los parámetros de leche que se analizan.

Las vacas en pastoreo, según este experto, no necesitan tantos tratamientos veterinarios . Castro Insua aportó claves para poder reducir las emisiones de amoníaco que en las nuevas disposiciones de la Unión Europea estarán vinculadas a las ayudas de la PAC. Según explicó, se puede conseguir con una disminución del contenido proteico de las raciones; enterrando el purín que se esparce con plato de choque, con gradas de disco, haciendo coincidir con las condiciones meteorológicas idóneas, como el rocío. Según el ponente, estas prácticas son más eficientes que utilizar aperos que inyectan el purín o con mangueras arrastradas.

El investigador insistió en que la Unión Europea no exige enterrar el purín. Esta fue la respuesta que dio a las preguntas de ganaderos preocupados por si se va a meter como condicionante para las ayudas.

En su misma mesa redonda, en la que participó el director xeral de Agricultura y Desarrollo Rural de la CE, Juan Álvarez de la Puente, estaba anunciada la presencia de un representante de la Xunta, que no compareció. Álvarez de la Puente, que para acceder a las ayudas de la PAC va a ser necesario con la reducción de niveles de amoníaco y de óxido nitroso. Puntualizó que los estados miembros tendrán libertad a la hora de establecer las normas que permitirán cumplir estos objetivos.

Juan Castro Insua puso de manifiesto en el encuentro ganadero la preocupación del personal que investiga por las repercusiones de los recortes, a la hora de cumplir con la PAC que exige que exista un sistema público de asesoramiento e investigación.