Una hora a 850 grados para quedar convertido en polvo

La Voz

LUGO

02 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Acabar convertido en polvo o ceniza es un proceso bastante rápido, aunque depende de algunos factores, como, por ejemplo, el peso de la persona, la calidad del féretro y las características del horno. El proceso dura entre 45 y 60 minutos en caso de cuerpos de peso normal. Ese tiempo puede rondar las tres horas si se trata de un fallecido con sobrepeso. La temperatura del horno oscila entre los 800 y los 1.000 grados, según indicaron en algunas funerarias. Cada horno puede incinerar entre tres y seis cadáveres tomando como referencia una jornada laboral de ocho horas.

El informe de este año de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios indica que España, con 404 hornos, es uno de los países europeos que más tiene, a pesar de que la demanda está muy por debajo de Inglaterra donde hay casi 150 hornos menos que en el territorio nacional.

El resumen de 2018 de la citada asociación recoge que el sector, que da trabajo a 11.200 personas, facturó 1.505 millones en 2017, 75 millones más que el año anterior.