Cocinando con agua mineral

LUGO

SUSO PENA

La recomendación de no usar la traída complica el trabajo cotidiano de los negocios de hostelería

25 oct 2018 . Actualizado a las 22:48 h.

Agua mineral para cocinar, para preparar un café o para limpiar la verdura o el pescado. Si la situación, solo con imaginarla en una casa, produce alguna complicación, adquiere considerables proporciones en un bar o en un restaurante. Es la dificultad que soportan estos días los negocios del casco urbano de Guitiriz, en donde el Concello acabó por recomendar que no se consumiese agua de la traída por los altos niveles de hierro, descubiertos hace semanas y agravados en días pasados.

«Paréceme moi, moi grave», dice Andrés Fernández, responsable de la tapería O Korreo. Una de los primeras medidas que tomó fue contactar con un proveedor para abastecerse de grandes cantidades de agua mineral. No ha calculado por ahora cuánta gasta o cuánta puede gastar en total, más allá de un comentario breve y rotundo: «Moita», dice.

Tampoco teme, al menos de momento, una grave avería en la cafetera por el empleo de agua mineral. Lo que sí le inquieta es el futuro, por no tener la seguridad de que el problema quede atajado definitivamente en el plazo de varias semanas, como prevé el Concello. «20 días así. E logo?», se pregunta Fernández, que no duda en asegurar que la situación es «unha animalada».

Víctor Corbelle, responsable del café Xoldra y además secretario de la asociación local de hosteleros, cree que el problema no sería notable desde el punto de vista económico si solo durase unos días; pero también afirma que es necesario hablar con proveedores y conseguir ciertas reservas, porque la semana que viene hay un puente, el de Santos, y será preciso disponer de más agua.

SUSO PENA

La cafetera no corre peligro por ahora por el empleo de agua mineral, aunque también advierte que conviene tener cuidado de que no se vacíe. Sí causa una cierta inquietud la incertidumbre de cuánto durará la situación, y se pregunta si habrá que esperar tres semanas o un mes hasta verla resuelta.

Ni para lavar

Iván Pereira, de La Casilla, subraya que el asunto es «moi complicado». En su caso, dice, a las dificultades de un bar se le suman las de un restaurante y de un hostal: en cuanto a lo primero, por el uso de mayor cantidad de materias primas; sobre lo segundo, por la incapacidad de usar el agua hasta para lavar.

Pereira explica que el funcionamiento de la cafetera no se resentirá por unos días, pero la situacuión puede complicarse si dura unas cuantas semanas. Por otro lado, tanto él como Fernández aseguran que el problema, aunque se haya agravado en las últimas semanas, no es reciente sino que se presentó ya durante el verano.

La instalación de filtros, primera medida que tomará el Concello

El primer paso que dará el Concello es la instalación de filtros en los depósitos de la traída municipal, situados en el barrio de A Torre. La operación se llevará a cabo buscando que así se reduzcan los altos índices de hierro, y supondrá un gasto de algo más de 30.000 euros. Queda pendiente otra medida, la aplicación de un baipás para conectar la captación que llega al embalse con la red que va a los depósitos; sin embargo, esa obra, según el gobierno local, requiere la implicación de otras administraciones por el presupuesto que se necesitaría. 

Suministro para varias semanas en el CEIP Lagostelle

El CEIP Lagostelle recibió ayer un cargamento de agua mineral, que le envió el Concello tras habérselo pedido en días pasados. Son 1.500 litros, con los que se espera solventar la situación durante aproximadamente un mes. Por el comedor escolar, a diario pasan más de 200 personas, entre alumnos, profesores y personal colaborador. También la situación introducirá, probablemente, algún cambio en los usos del comedor. La necesidad de usar agua mineral para lavar ciertos productos, al no poder utilizarse la de la traída, condicionará las comidas que se preparan a diario. Alumnos y profesores de IES Díaz Castro no pueden ir a la cafetería y comprar un botellín de agua mineral, ya que las instalaciones, como en otros centros de Galicia, todavía no funcionan pese a que el curso lleva ya varias semanas en marcha. La directora, Olga Aguiar, critica esa situación por el contratiempo que supone para la comunidad escolar. La recomendación de no beber agua de la traída se recuerda en los servicios con carteles.