Un 10 en reanimación cardiopulmonar

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Carlos Castro

Los estudiantes, preocupados por no disponer de un teléfono a mano para poder llamar al 112

17 oct 2018 . Actualizado a las 11:44 h.

Cada minuto que pasa sin actuar ante una parada cardiaca súbita reduce las posibilidades de supervivencia en un 10%. La aplicación rápida y correcta de las técnicas de soporte vital básico pueden salvar vidas. Este es el mensaje que trataron de transmitir ayer en el HULA, médicos y enfermeras, a medio centenar de alumnos de quinto curso del colegio Illa Verde, que participaron en los actos del Día Europeo da Parada Cardiaca. Primero asistieron a una charla sobre la importancia en las técnicas de soporte básico y reanimación cardiopulmonar. Se trataba de aprender a valorar una situación, al encontrarse con una persona en parada Después, por grupos, pasaron a la práctica en el vestíbulo del hospital.

El interés demostrado por los alumnos fue alto y al final todos se llevaron para casa un diploma. La ucista Vanesa Camba que adiestró a un grupo de cinco niñas mostró su satisfacción por la disposición mostrado por sus alumnas, a las que puntuó con un 10.

Camba explicó a las niñas, de 10 y de 9 años, que cuando llegan los servicios sanitarios a una persona que ha sufrido una parada cardíaca pueden haber pasado ya 15 minutos y el tiempo sin atención juega en contra del afectado. Les dio las pautas necesarias para actuar, desde la llamada al 112 para avisar de la situación; de cómo tienen que comprobar si la persona respira y está consciente o no, hasta cómo colocarla antes de empezar con las maniobras de reanimación y cómo realizarlas.

«Ahora mismo -señaló la especialista en UCI- estas niñas están preparadas para sacar de un apuro a un mayor, si no se ponen nerviosas y siguen las pautas que les hemos proporcionado».

Una de las preocupaciones de las niñas era saber qué tenían que hacer si estaban solas en casa con una persona que sufre un infarto. «Lo primero -insistió- es llamar al 112». Uno de los miedos que compartían era no disponer de un teléfono a mano o que no hubiera cobertura.

Las alumnas coincidieron en que no era difícil aplicar la maniobra de RCP básica. «No es una cuestión de fuerza, sino de saber colocar los brazos y hacer el masaje. Es fácil -señaló la profesional- pero es cansado».

Los estudiantes se turnaban a la hora de realizar las 30 compresiones seguidas sobre el maniquí que hizo las veces de paciente. Desde ayer, según el personal sanitario que participó en esta actividad, estos cincuenta niños tienen unos conocimientos de los que debería disponer la población en general, para actuar ante situaciones que puedan requerirlo.

Colaboración profesional

Los profesionales pusieron todo su interés en que los escolares se concentraran en lo que estaban haciendo y consiguieron que los más despistados también se aplicaran y salieran del HULA, no solo con el diploma, sino también con conocimientos adaptados a su edad.

En la demostración con los escolares de ayer participaron, entre otros, los ucistas Francisco Olea Parejo y Vanesa Camba; el cardiólogo Rafael Vidal Pérez; los médicos de urgencias Miguel Ángel González y Celestino Piñeiro Lourido y las enfermeras María Jesús Quiroga, Lucía Vázquez Candela, Susana Sánchez Méndez y Rosa María Neiro. A ellos se fueron sumando otros profesionales.

La provincia de Lugo fue pionera en la aplicación del programa RCP na Aula, fruto de un convenio entre la Fundación 061, la Consellería de Educación, la Universidad y los centros de Formación Profesional. Los instructores en soporte vital del 061 son los que se encargan de formar a los profesiones de los centros educativos que los soliciten y después ellos preparan a los alumnos.

En Galicia las enfermedades cardiovasculares son uno de los principales problemas de salud y la mayoría de las muertes evitables ocurren fuera del ámbito sanitario. De ahí el interés en concienciar a la población de la importancia en la formación en técnicas de soporte vital básico.