Botellones multitudinarios, porros y algo más en el parque

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Vecinos de la zona del Rosalía denuncian que no pudieron dormir durante varias noches por el ruido

10 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El parque Rosalía tuvo en poco menos de 48 horas dos botellones de campeonato. Vecinos de la zona, especialmente de la calle Pascual Veiga, están que trinan y temen que esta semana vuelvan a repetirse como traca final de las fiestas de San Froilán. Una pareja con dos niños pequeños contó como es la pesadilla de intentar dormir y no conseguirlo porque la celebración juvenil se prolongó hasta pasadas las seis de la madrugada.

«Este año, el primero de los botellones fue a finales del mes de septiembre. Suponemos que fue organizado con el primer fin de semana del curso. Ya fue un problema, pero realmente nos temíamos que lo peor estaba por venir durante las fiestas aunque teníamos duda de que lo organizaran al estar colocadas las atracciones en la zona», explicó la pareja. Fallaron en la previsión.

En la madrugada del día de San Froilán comenzaron a llegar al recinto del parque cientos de jóvenes cargados con bolsas de plástico con botellas de todo tipo de alcohol. «A las tres de la mañana era imposible pegar ojo. Revisamos las ventanas por si estaban mal cerradas, pero todo estaba correctamente. Era difícil frenar la gran algarabía que había en el recinto», apuntaron dos de los afectados. Ante la situación se cambiaron para una habitación que no da al parque. «Aún así, seguimos con la fiesta a pesar de que en unas horas mi mujer se tenía que levantar para ir a trabajar», contó él.

En la noche del día de San Froilán tuvieron un respiro, pero en la madrugada siguiente fue mucho peor. El botellón aumentó. «Algunos vecinos de la zona reclamaron el auxilio de familiares para poder pasar la noche y se «salvaron» porque la segunda celebración fue insoportable. A las cinco y media de la mañana salimos a la ventana para grabar un vídeo que recoge el nivel de ruido», expresaron.

La pareja afectada guarda el documento por si en algún momento se produce algún tipo de denuncia por parte de algún colectivo vecinal. Esta familia explicó también que realizaron la grabación, entre otras razones, porque ni sus familias, ni sus amigos se creían que el nivel de ruido pudiese alcanzar tales niveles.

«La brigada Urbaser»

Cuenta esta pareja que en los botellones hubo porros y «algo más». Le llamó la atención la presencia de jóvenes que «creíamos menores de edad». El consumo no se limitaba únicamente a la ginebra y otros tipos de alcohol.

«Al día siguiente lo que debía ser un parque especialmente atendido y cuidado era como un campo de batalla. Todo lleno de basura, las papeleras destrozadas... La única diferencia con otros botellones es que como en esta ocasión estábamos en fiestas alguien, posiblemente del Concello, decidió enviar al lugar una brigada de Urbaser con varios vehículos para retirar la basura. Eso no ocurre otros domingos o festivos normales que tenemos que «tragarnos» la falta de limpieza hasta media mañana», apuntó la pareja.

Al parecer, alguno de los vecinos afectados llegó a llamar a la Policía Local para dar cuenta de la situación, sin embargo la celebración continuó por todo lo alto.

Ahora esperan una nuevo botellón para la noche de mañana, por ser víspera de festivo y para la de la del sábado para, posiblemente, despedir las fiestas de San Froilán. «Pero el curso continúa y las ganas de impedir que el encuentro se haga en el parque no existen», dijeron los vecinos.

Los residentes afectados temen que esta semana haya otras dos macrofiestas

Papeleras rotas y gran cantidad de basura el día después de las celebraciones