Músicos de una charanga que contrató Cultura también bailaron en la Fonte de San Vicente

LUGO

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El Concello llevó el espectáculo a la Praza do Campo a pesar de la falta de espacio

10 oct 2018 . Actualizado a las 00:08 h.

La histórica Fonte de San Vicente, ubicada en la Praza do Campo, sirvió de plataforma para bailes y actuaciones durante un espectáculo de las fiestas de San Froilán que tuvo lugar en las primeras horas de la madrugada del pasado sábado. Varios testigos indicaron que vieron a alguno de los músicos interpretando canciones desde la fuente. Fue esa misma madrugada cuando dos jóvenes, ajenos a la formación musical, se encaramaron encima del santo, según puede verse en las imágenes que circularon en la red. La actuación musical todavía no había terminado.

A pesar de que la Praza do Campo tiene poco sitio por tratarse de un espacio reducido y además está cubierto en algunos puntos por terrazas de establecimientos hosteleros, el departamento de Cultura del Concello de Lugo, organizador de las fiestas de San Froilán, llevó al lugar una mini verbena en la noche del viernes al sábado. Los momentos de mayor euforia se vivieron en las primeras horas de la madrugada del sábado.

La actuación realizada en dicho lugar correspondió a una charanga, o grupo de música callejera, que instaló en el lugar un pequeño escenario en el que se situó el batería de la formación y también, por momentos, los integrantes de la formación. Algunas personas pudieron comprobar que, a medida que aumentaba la marcha, la animación y también el abarrote, al menos dos de los integrantes de la orquesta subieron a la base de la fuente y desde ese lugar interpretaron conocidas canciones de farra. Durante la actuación varios jóvenes también se subieron al monumento para usarlo como escenario de baile.

La Fonte de San Vicente es uno de los elementos del patrimonio histórico de la ciudad más castigado por la acción de personas desaprensivas. A la falta de cuidado y atención institucional se suman, además, las agresiones habituales. En diciembre de 2016 el santo fue derribado y se destrozó en la caída. Ningún cuerpo de seguridad dio con los autores del hecho que supuso que la fuente pasase muchos meses sin San Vicente mientras la pieza de granito del país fue reparada.

Un representante del grupo musical de calle dijo ayer que llamar "charaganda" a la actuación suponía denigrar la profesión de un conjunto de profesionales con titulación musical. También recalcó que ningún integrante de la formación se subió al santo como puede pensarse al ver el vídeo difundido en las redes sociales.Recordó, además, que en otros acontecimientos celebrados en la plaza hubo personas que se subieron a la fuente, algunas muy conocidas, con el objetivo de hacerse la foto y, sin embargo, el hecho "non tivo a trascendencia que se lle está a dar agora".

La investigación

Fuentes del gobierno local explicaron ayer que la Policía Local mantiene abierta una investigación relativa al incidente del que se tuvo conocimiento a través de la difusión que alcanzó en las redes las imágenes de dos jóvenes agarrados al santo. Al parecer, los agentes que se encargan del asunto, indicaron desde el Concello, harán una revisión minuciosa de las imágenes disponibles e incluso de otras que fueron obtenidas posiblemente antes de dicha acción.

Restauradores consultados ayer lamentaron la falta de sensibilidad por parte de los organismos públicos a la hora de salvaguardar el patrimonio. En este sentido recordaron que, especialmente durante las fiestas, se detectaban situaciones «inauditas» como, por ejemplo, que se permitía taladrar en paredes de monumentos para colocar el alumbrado ornamental. Eso ocurrió el año pasado con en la muralla. En la catedral también utilizaron una canalón para amarrar una luz.

Los expertos también recordaron que las paredes de la catedral lucense se había convertido algunas noches en un «meódromo» improvisado por la falta de servicios públicos. Algunos destacan que determinados espectáculos en los cascos históricos suponen un gran impacto que podría conllevar deterioros a monumentos y apuntaron que era necesario revisar minuciosamente lo que ha de organizarse en los recintos monumentales para, por otra parte, garantizar que tengan vida y no se conviertan en zonas fantasmas a partir de determinadas horas de la noche. Esa opinión choca con la de quienes quieren actividades en el centro.