Cuidan los gatos de una amiga fallecida para cumplir su voluntad

La Voz

LUGO

CEDIDA

Las dos depositarias fueron denunciadas  por el mal estado de los felinos y la Xunta lo desmintió

12 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos vecinas de la calle Portugal a las que se les murió una amiga común se hicieron cargo de cumplir su voluntad: mantener y cuidar a sus gatos mientras no les encontrasen a otros propietarios que se hiciesen cargo de ellos. Así que las dos mujeres tuvieron que desembolsar una cantidad respetable para alimentar, castrar, desparasitar y prestar la atención necesaria a todos los gatos, que eran casi medio centenar en un principio.

Otro vecino de la calle Portugal ?ubicada entre Fonte dos Ranchos y Lamas de Prado? se sintió implicado emocionalmente por la difícil tarea que las dos mujeres habían recibido de su amiga fallecida y les cedió un bajo que tenía sin alquilar en este momento, para que los gatos pudiesen disfrutar de más de cien metros cuadrados para vivir más cómodamente. Y así fueron cuidando ambas mujeres a los gatos con todo el mimo y todos los cuidados que pudieron, a medida que los iban recolocando en hogares de familiares, amigos o conocidos, de uno en uno.

Solidaridad

Tras intensas jornadas de trabajo, en el bajo ya viven menos de una docena de gatos, porque los demás encontraron domicilio. Sin embargo, en días pasados, otra vecina que vive en el mismo edificio denunció que los animales le producían alergia y picaduras, lo que derivó en una inspección del departamento de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. Según explicaron ayer desde la delegación territorial en Lugo, se realizó una inspección hace dos días del bajo que habitan los gatos para comprobar la salubridad y las condiciones de la estancia, y la Xunta ya confirmó que los gatos están bien.

Según los vecinos de la zona, los animales están esterilizados, limpios, muy bien cuidados y tienen las vacunas reglamentarias así como la cartilla. Desde la Xunta creen que hoy estaría concluido el informe solicitado y se hará público, pero por el momento las autoridades medioambientales no encontraron ningún motivo para alarmarse, sino para felicitarse.