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¿Cómo afrontar el problema del lobo?

maría m. guntín / s. v. LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

ALBERTO LÓPEZ

Los ganaderos reclaman a la Xunta medidas urgentes ante el ascenso de daños que causan estos animales

20 ago 2019 . Actualizado a las 11:29 h.

Galicia tiene 84 grupos familiares de lobos repartidos por todo el territorio, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El marco legislativo para tratar de paliar los daños que ocasiona el animal es el Plan de Xestión do Lobo, ineficaz e insuficiente por la falta de compromiso y actuación que demuestra la Xunta, según explican desde la Sociedade Galega de Pastos e Forraxes (SGPF), que denuncian que la única medida que se está llevando a cabo es el pago por daños, con un presupuesto que se queda corto. Las batidas para acabar con la vida del animal son la solución de la Xunta para contentar a cazadores y ganaderos, critican.

Alternativas reales

Joan Alibés es el presidente de la SGPF y también el mejor ejemplo de que las batidas no son la solución. Hay cierres que son efectivos e impiden que el animal penetre en el ganado, aunque estos no están subvencionados desde el 2012 por la falta de planificación de la Xunta, explica la organización ganadera. Los mastines son otra opción para espantar a los lobos, una medida que también debe estar planificada ya que los perros necesitan un tiempo de entrenamiento para adaptarse al hábitat. Alibés tiene mastines en las fincas en los que cría a su ganado caprino y ovino y su experiencia demuestra la victoria de este método. Un ataque del lobo en diez años, y «porque las ovejas se escaparon del recinto que tienen habilitado», explica el técnico ganadero.

Ante el desamparo del sector ganadero los profesionales, explican, no tienen alternativas además de las batidas, pero las medidas son urgentes «por el bien de la ganadería, del lobo y del rural gallego», cuentan desde SGPF.

Las batidas

Matar al lobo a tiros, de una forma desesperada y aleatoria, sin tener en cuenta jerarquías, sexo o edad, es sin duda una solución irracional más bien propia de siglos que ya quedan muy atrás, explica el informe Por la convivencia del hombre y el lobo, basado en datos del Voluntariado Nacional para el Censo del Lobo Ibérico y el Observatorio de la Sostenibilidad. Cuando los animales salvajes pierden a sus líderes se ven solos ante la necesidad de alimentarse y atacan a presas más fáciles como el ganado.

Los ganaderos sí aportan datos del ganado, pero no hay cifras exactas de los lobos que mueren cazados legal o ilegalmente, envenenados o atropellados. Según el informe la cifra oscila en torno a 185 los lobos muertos en Galicia en el año 2017, comunidad que alberga el 28% de los ejemplares. Este estudio también indica que precisamente por la acción humana no hay lobos en lugares como la Comunidad Valenciana, Andalucía o Extremadura.

Argumentos como la superpoblación están fuera de lugar ya que las manadas de lobos se autorregulan entre ellas por su marcada territorialidad, explican los expertos. Los ganaderos se quejan de que las soluciones de la Xunta sean matar a los ejemplares o pagar los daños que ocasionan los animales de una forma insuficiente como consecuencia del bajo presupuesto que ostentan para este tipo de casos.

Para no repetir errores del pasado, también es importante recordar que el lobo estuvo a punto de extinguirse en los años 70 en la península cuando la caza estaba permitida y, curiosamente, fue su consideración como especie cinegética dentro de un marco de batidas reguladas por la Xunta la que lo salvó de una extinción asegurada. Ahora, los profesionales del campo demandan medidas urgentes y piden a la Administración que aporte soluciones.