Problema para el Obispado de Lugo: algunos curas y feligreses no pueden subir sus escaleras

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

Óscar Cela

De momento será colocado un pasamanos para facilitar el tránsito por ocho empinados peldaños

03 ago 2018 . Actualizado a las 23:14 h.

Las ocho escaleras de la Praza de Santa María, tan útiles para los conciertos de San Froilán, son un serio problema para que algunas personas puedan llegar al obispado. Los curas van mayores y muchos feligreses también. Unos y otros se encuentran en muchos casos con dificultades para poder acceder al palacio episcopal. «No solo vamos los curas. A diario acuden decenas de personas en busca de documentos diversos», recordó ayer un sacerdote.

Los responsables de la Diócesis de Lugo saben que su sede no tiene, ni mucho menos, las mejores condiciones de accesibilidad. Para paliar en parte la situación pidieron al Concello permiso para colocar unos pasamanos en las escaleras principales de la plaza para que por lo menos se puedan agarrar quienes lo necesiten. En el consistorio no ponen impedimentos y dieron el permiso pero las obras no podrán afectar a elementos estructurales del edificio que está catalogado. Además, las obras tendrán que realizarse en cada una de las fases con las correspondientes medidas de seguridad.

De todos modos, según establece el Plan Especial de Protección do Recinto Interior (PEPRI) la concesión definitiva de la autorización ha de ser revisada por Patrimonio. En cualquier caso, el pasamanos o barandilla que se coloque, es altamente necesario, según el clero.

Esa obra puede ser muy útil, pero los responsables de la diócesis entienden que el futuro tendrían que ir mucho más allá. En una provincia altamente envejecida no se puede tener un obispado limitado en accesos.

Existe un plan que, de momento, aún no está cerrado, que pasaría por aprovechar una de las ventanas situadas en el lateral que da a la calle Bispo Basulto y hacer una entrada amplia y cómoda para que incluso pudieran entrar sillas de ruedas. Quienes conocen la idea dicen que es buena, pero conlleva una serie de actuaciones en el interior del palacio episcopal que supondría bastante trabajo y movimiento. Sería necesario mover el archivo de sitio y también otras dependencias. Y el problema serían los permisos de Patrimonio tanto por el valor del edificio como también por la zona histórica.