Se buscan monjas de clausura para reabrir un convento

s. s. VIVEIRO / LA VOZ

LUGO

PEPA LOSADA

Las dominicas aducen falta de vocaciones para no continuar en el cenobio de Valdeflores (Viveiro) habitado durante seis siglos

31 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Parecía un punto y aparte pero será el final de la presencia de las monjas dominicas en Viveiro. Por primera vez en seis siglos, el convento de Valdeflores de Viveiro cerró el pasado 18 de junio tras abandonarlo las seis últimas religiosas. Eran parte de las nueve que formaban la congregación viveirense de la Orden de los Predicadores, por lo que inicialmente se planteó la reapertura del cenobio con las tres que quedaban y compañeras de otras comunidades. Las esperanzas que abrió esa opción se esfumaron el pasado viernes, tras el encuentro de dirigentes dominicos con directivos de la Cofradía de Valdeflores. Apenas hay monjas de clausura y sin ellas, el monasterio no reabrirá.

«No hay vocaciones, están cerrando otros conventos y, de hecho, acaban de hacerlo en uno en Salamanca porque no tienen religiosas para atenderlos». Luis Ramón López, presidente de la Cofradía de Valdeflores, resume así el mensaje que les transmitieron a él y a otros directivos una delegación dominica encabezada por «sor Carmen, la madre general, y por el padre Julián de Cos». Tras la reunión del viernes en el cenobio viveirense, en la Cofradía de Valdeflores se declaran «muy preocupados porque, aunque expresan su voluntad de reabrir el monasterio, creemos que no lo harán; precisamente porque no tienen monjas».

En la delegación dominica que acudió a Valdeflores también estaban algunas de las seis monjas que lo abandonaron a finales de junio. Acudieron a recoger pertenencias que se habían dejado, así como a ver el estado de un cenobio centenario.

El misterio de los códices

Mientras tanto, persiste el misterio de dos voluminosos códices cuya desaparición denunció la última madre priora de Valdeflores poco antes de irse. Aparte de en el juzgado de Viveiro, la investigación está en manos de la Policía Nacional. Comprobar si realmente faltaron depende de que la policía acceda al monasterio y, una vez dentro, pueda cotejar el patrimonio con lo que reflejen los inventarios dominicos. Una de las razones por las que seis monjas de edad abandonaron Valdeflores fue por no volver a convivir con otras tres con las que habían tenido desavenencias meses antes.