Fusión literaria y de fogones entre lucenses

La Voz

LUGO

Carlos Castro

El Restaurante Colón crea un menú de seis platos basados en las novelas del escritor Francisco Narla

22 jun 2018 . Actualizado a las 22:29 h.

En los últimos años la cocina ha alcanzado una presencia social innegable y se han multiplicado las iniciativas que han llevado la magia de los fogones a cotas impensables, como la proliferación de programas de trasfondo culinario en la televisión. Pero nunca hasta ahora se había inspirado la cocina en la literatura.

Santi Almuiña, cocinero del Restaurante Colón de Nadela, en Lugo, de reconocida trayectoria internacional, tras haber organizado jornadas gastronómicas de carácter multicultural que han repasado la cocina griega, la tailandesa, la japonesa o la china ha encontrado el modo de aupar el concepto de las jornadas gastronómicas inspirándose en la obra del novelista Francisco Narla, ganador del Primer Premio Nacional de Narrativas Históricas de la editorial Edhasa.

Desde hoy mismo y hasta el parón vacacional, en el

Restaurante Colón se ofrecerá un menú de seis platos inspirado al completo en las novelas del escritor Francisco Narla, autor de reconocidos superventas como «Assur, Rónin» o la novela por la que ha recibido su último galardón, «Laín, el bastardo».

En función del argumento y los personajes de cada novela, Santi Almuiña ha diseñado

una serie de platos en los que se pueden encontrar múltiples sorpresas: chorizos aptos para vegetarianos, merluza invisible, un trozo de marea, atún y cerdo fusionados o unas gachas convertidas en un plato de alta cocina, como sucede en el caso del plato inspirado por «Laín, el bastardo».

Martín Códax.

ALBERTO LÓPEZ

En este último caso, dado que la novela tiene como narrador al trovador Martín Códax, Santi Almuiña se ha apropiado de las típicas gachas de harina que hubiera podido tomar el trovador en su eterno vagar por los caminos a través de los que viajaba su música y las ha convertido en una reinterpretación llena de técnica y nuevas tendencias, pero sobre todo, repleta de sabor.

Francisco Narla señala: «Hace ya nueve años, cuando presenté en Lugo mi primera novela, decidí cenar en el Colón para celebrar que mi sueño, el de publicar al fin uno de mis cuentos, se había hecho realidad, y decidí cenar en el Colón porque su propuesta era inventiva, acertada, sorprendente y, más que ninguna otra cosa, honesta».

La sensibilidad literaria de Almuiña fue fundamental, como relata el escritor lucense: «Santi compró un ejemplar de la novela, le echó un vistazo y, para cuando nos presentamos a cenar, tenía preparada una sorpresa mayúscula, un plato inspirado en mi historia que, además, había sido bautizado con el mismo título».