Según las empresas, la «crispación» con la jefatura repercute en la seguridad vial
26 may 2018 . Actualizado a las 22:54 h.Los responsables de veintisiete autoescuelas de Lugo y provincia no están dispuestos a que se hagan exámenes a cuentagotas. Mientras en la mayoría de las ciudades hay uno cada semana, no ocurre lo mismo ni en Lugo, ni en Monforte, ni en A Mariña donde, con suerte -según dicen- hay uno al mes. La primera reclamación que hacen los afectados es al subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo, al que mandaron un escrito. Próximamente plantean una entrevista con este cargo para que intente resolver el gran atasco que hay actualmente. Los afectados dicen que la situación repercute negativamente en la seguridad vial. No es el mejor momento para el trabajo de los formadores viales debido a la existencia de «un ambiente de crispación».
De la petición que hacen los veintiseiete centros formativos se desmarcan tres o cuatro, según algunas fuentes. Son los que están vinculados a la junta directiva de la asociación provincial del sector que, según apuntan algunos directores de autoescuela, dan por buena la situación actual.
Soluciones urgentes
Las autoescuelas que piden soluciones urgentes son de Lugo, Rábade, Monforte, Sarria, Chantada y Burela, entre otras localidades. Para debatir las medidas a adoptar celebraron una reunión en la que, como primera medida, acordaron por unanimidad, el poner en conocimiento del subdelegado del gobierno la situación.
Tal y como está el panorama, explican los afectados en el escrito presentado en la subdelegación, las empresas son inviables económicamente. Ese es un problema serio, dicen, pero luego está el de no poder atender las demandas sociales en materia de expedición de permisos de conducir. Un examen a la semana, como mucho, ahora que empiezan las vacaciones, sería una catástrofe para los centros de formación porque no podrían llevar a examen a sus alumnos toda vez que la lista de espera que se arrastra es muy elevada.
A los dos problemas reseñados, las autoescuelas añaden el relativo a la seguridad viaria, «al verse menoscabada la calidad de la enseñanza en los centros por la situación del sector».
La falta de exámenes, dicen por otra parte en las autoescuelas, supone una situación que ya expusieron «a la jefa y subjefa provincial de Tráfico en una reunión celebrada en el mes de abril, pero no proponen ni vislumbran, ni creen tener solución alguna». Además de que, en el mejor de los casos, haya un examen al mes , resulta que «se producen cambios de manera aleatoria e imprevista, incluso el mismo día del examen». Esta situación, apuntan los responsables de los centros, todavía genera mucho más malestar entre los alumnos y los profesores.
Los afectados dicen que hay cambios aleatorios e imprevistos incluso el día de las pruebas
Afirman que
la situación causa malestar entre los alumnos
y los profesores
La jefatura de Lugo de la DGT pide documentación «de forma obsesiva»
Los representantes de las autoescuelas lucenses dicen entender «que una preparación en estas condiciones, de forma discontinua y en un ambiente de crispación con la jefatura provincial de Tráfico, en nada favorece el trabajo de los formadores viales, con la consiguiente repercusión negativa en la seguridad vial». Los responsables de los centros acaban pidiendo finalmente al subdelegado del Gobierno en la provincia que, dentro del marco de sus competencias, «actúe de forma determinante para solucionar los problemas del sector en Lugo» a fin de evitar «el deterioro de la imagen de la institución».
Las autoescuelas llevan meses enfrentándose a una situación complicada en la jefatura lucense de la Dirección General de Tráfico, según explican. En el escrito que le mandaron al subdelegado del Gobierno le informan de «los farragosos trámites documentales» que -según afirman- tienen que sufrir en los últimos tiempos en la jefatura de Lugo.
Entrega de documentación
Afirman también los representantes de los centros de formación de conductores en el escrito presentado en los últimos días que se ha triplicado la entrega de documentación de examen en días distintos, así como su recogida. Los afectados aseguran por otro lado que les llegan a pedir «de forma obsesiva originales de todos los documentos que aportamos en simples trámites rutinarios y otros requisitos inauditos que exceden de un lógico y normal control administrativo».