La Diputación se desliga de Acruga en cuestiones genéticas y sanitarias

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

La subasta en Gayoso Castro se suspendió porque la granja está inmovilizada

28 dic 2017 . Actualizado a las 09:59 h.

La Diputación cedió las instalaciones de la Granja Gayoso Castro a Acruga para su centro de recría y le concede subvenciones para la compra de novillas. El organismo provincial se desvinculó de cualquier otra responsabilidad relacionada con esta organización. Fuentes consultadas insistieron que la Asociación de Criadores de Raza Rubia Gallega es la única responsable de los controles sanitarios de las reses y también de los genéticos.

Estas puntualizaciones las realizó el organismo provincial después de que trascendiera que la asociación de ganaderos retirara del libro genealógico ejemplares «de filiación incompatible o dudosa», que ayer cifró en un millar, de un total de cerca de 40.000 registrados.

Esta organización justificó la suspensión de la subasta del pasado día 22 en la granja Gayoso Castro en que un animal del centro de recría, donde también estaban los ejemplares que se iban a subastar «obtuvo un resultado dudoso en una de las pruebas del saneamiento ganadero». «Debido a ello -añade- y según la normativa vigente, toda la explotación y todos sus animales quedan inmovilizados temporalmente hasta la realización de nuevas pruebas sanitarias». Acruga puntualiza que de la suspensión de la subasta informaron a las 1.900 explotaciones socias.

Según la asociación de criadores, en los últimos años se intensificaron los controles de filiación en los animales de raza rubia «con el objetivo de aportar una mayor fiabilidad al citado libro y garantizar la pureza de los animales de esta raza». «Todo esto supone -añaden- una mayor inversión y más recursos». «Consideramos -insisten- que intensificar e incrementar este tipo de controles beneficia a la raza rubia gallega, a su mejora y conservación, y por lo tanto a salvaguardar el futuro de nuestra raza».

Prototipo racial

Los reses retirados del libro genealógico, según esta versión, «son animales que, aún encontrándose dentro del prototipo racial, con sus muestras de sangre no se pudo comprobar que fueran hijos de los progenitores declarados en la genealogía, por lo cual es necesario eliminarlos temporalmente del libro genealógico y con genotipo específico o con posibilidad de determinarlo mediante la extracción de muestras de sangre, pero tejido o semen».

Acruga también desmintió que en su libro genealógico estén inscritos ejemplares cruzados con otras razas de menor envergadura para facilitar los partos, tal como reconocieron fuentes vinculadas al sector consultadas. «Queremos aclarar -señalan- que el trabajo en mejora genética que se lleva realizando desde hace años dio como resultado que más del 92% de los partos de descendientes procedentes de los toros de inseminación artificial y toros de parada de raza rubia gallega son partos sin ayuda, lo que viene a demostrar el avance logrado en este campo».

El sector no está preocupado

La asociación de criadores que preside César Dorado negó que exista preocupación en el sector por parte de productores que pudieron adquirir ejemplares en subastas oficiales por temor a que puedan pasar al registro auxiliar. Según Acruga, todos los ejemplares subastados «cumplen con la filiación». Todas las hembras que entran en el centro de recría «tienen filiación comprobada, compatible y garantizada».