La alarma espantó a los cacos que se colaron en la iglesia de San Antonio

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Solo les dio tiempo a robar el dinero recaudado de las rifas para el sorteo de la cesta de Navidad

12 dic 2017 . Actualizado a las 21:39 h.

La iglesia de San Antonio de Padua, ubicada en el número 39 de la calle de Tui, cerca de A Fonte dos Ranchos y en la capital lucense, fue objeto de un robo en la madrugada de este sábado. Personas desconocidas forzaron y fracturaron una de las ventanas traseras del edificio y accedieron a su interior.

Los ladrones tan solo lograron llevarse aproximadamente unos 30 euros que se encontraban en el interior de una cesta totalmente visible, situada encima de una mesa. Según indicó el sacerdote, Alberto Leiva, el dinero sustraído procedía de lo recaudado en la venta de rifas para el sorteo de una de las tres cestas de Navidad y que tendrá lugar el próximo día 23 de diciembre.

Tiempo a robar 30 euros

Dado que desde hace cuatro años la iglesia cuenta con alarma y puesto que esta saltó a las tres menos veinte de la madrugada -momento en que los vándalos rompieron el cristal- los cacos se asustaron, entraron a toda prisa y escaparon de la misma forma. Tanto, que cuando la policía se presentó en el lugar tan solo estaban las tallas de los Santos y demás material con el que cuenta la iglesia. Eso sí, todo en perfectas condiciones. «Colleron a cesta que había enriba da mesa cos cartos e arrancaron a toda presa. Tal foi a velocidade coa que marcharon que nin abriron os caixóns dos armarios da Sancristía e iso que no seu interior tamén había cartos da colecta do día anterior», manifestó el párroco Alberto Leiva.

Según explicó el sacerdote de la iglesia de San Antonio de Pádua, antes de cometer el robo, los ladrones accedieron a un garaje que se encuentra por la parte trasera de la iglesia y forzaron una de las ventanillas de un vehículo. Sustrajeron varias herramientas, entre ellas un gato, para forzar la ventana de la iglesia y acceder a su interior.

Alarma desde hace 4 años

Desde hacía cuatro años la iglesia de San Antonio de Padua no volvía a ser víctima de un robo. Y es que dado los continuos asaltos sufridos, hace cuatro años el párroco decidió instalar la alarma y esto impidió que los ladrones hicieran de las suyas. Sin embargo, en la madrugada del sábado, volvieron a las andadas.

Agentes de la policía científica acudieron al lugar para tomar las correspondientes huellas y buscar pruebas pero poco pudieron hacer puesto que los vándalos llevaban guantes.

La zona en la que se ubica esta iglesia es un lugar complicado de la capital lucense. Son muchos los fieles los que cada domingo acuden a la iglesia y en el camino se encuentran con cantidad de personas en condiciones pésimas dado el grado de alcohol y drogas que consumieron. Además, es una zona donde las peleas entre bandas son frecuentes y muchos feligreses intentan no cruzarse con ellos de camino a la Eucaristía.

Desde hace cuatro años la iglesia dispone de alarma, lo que frenó los robos hasta ayer

La velocidad de los cacos fue tal que ni abrieron los cajones de los armarios, donde había dinero