La Policía Local se lleva por orden judicial al perro que se cayó por una ventana en una casa okupa de Camiño Real

La Voz LUGO / LA VOZ

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10 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuevo capítulo en la triste situación que se vivió en la tarde del sábado a la altura del número 118 de Camiño Real. En esa jornada, según denunciaron varios lucenses a través de las redes sociales, un inquilino de ese edificio tiró por la ventana a un perro, o se cayó. Ese hecho no se pudo demostrar, pero ante las quejas vecinales, la Policía Local trasladó al animal al Hospital Veterinario Rof Codina ya que tenía lesiones de importancia, entre ellas el fémur roto.

Al parecer, una persona se personó en el hospital veterinario el pasado lunes diciendo que era su propietario, cuando el perro aún estaba convaleciente y sin operar. Parece ser que la persona en cuestión impuso su criterio y el personal del Rof Codina y le dejaron llevaron el perro con el fémur roto como estaba.

Pero el caso siguió coleando en las siguientes horas y llegó al juzgado, al parecer por la denuncia de algún lucense que quería velar por la integridad del animal.

Así que la situación volvió de nuevo ayer al ámbito social de la ciudad cuando una patrulla de la Policía Local se personó en el 118 de Camiño Real con una notificación del juzgado para llevarse de nuevo el perro al Rof Codina, de donde quizá no debiera haber salido sin ser operado.

Los agentes acudieron acompañados por miembros de la Protectora de Animales, encargados de trasladar el perro hasta el hospital veterinario.

Parecer ser que el vecino de la vivienda y dueño del animal opuso resistencia y no quería entregar al perro, por lo que fue necesaria la intervención de más patrullas de la Policía Local, creándose una gran expectación en la zona. Al final fue el propio dueño el que entregó a la Protectora el animal envuelto en una manta y ahora en el Rof Codina, por orden judicial, será analizado y curado. Vecinos de Camiño Real señalan que el perro no fue tirado por la ventana, como en un principio se creía, sino que se cayó. Destacan que el propietario lleva tiempo viviendo en la casa como okupa, aunque también resaltar que hasta el momento no ha generado ningún problema. Esa mismas fuentes señalan que está apegado al perro herido, al que llega a calificar como su hijo. Por contra, otros vecinos señalan que la citada persona ha ido rompiendo partes de la casa, entre ellas las ventanas, para hacer fuego y calentarse y que los animales no viven en las mejores condiciones.