Travesuras nocturnas en el psiquiátrico

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Jóvenes de la zona entran en el tétrico lugar de Castro de Ribeiras de Lea a altas horas de la madrugada por motivos que se desconocen

25 oct 2017 . Actualizado a las 07:55 h.

Se desconoce cuál es el motivo exacto que incita a varios jóvenes a entrar a altas horas de la madrugada al antiguo hospital San Rafael, en Castro Riberas de Lea, pero el caso es que el edificio se está convirtiendo en un lugar muy atractivo para las visitas nocturnas. La última entrada tuvo lugar este sábado sobre las dos de la madrugada, cuando cinco jóvenes accedieron al interior y sonaron las alarmas. La central de seguridad dio aviso a la Diputación y esta a la Guardia Civil. Dada la oscuridad del entorno y de las instalaciones, desde las cámaras del Organismo Provincial no se apreciaban vehículos ni personas, solo se percibían ráfagas de luces. Eran las linternas que portaban los chavales, que fueron identificados al salir del antiguo geriátrico.

A pesar de no saber la causa concreta que lleva a los jóvenes a entrar al tétrico lugar, se barajan dos opciones, o bien apuestas para demostrar valentía y ver quién tiene coraje a entrar, o la práctica de técnicas de espiritismo, aunque no se ha intervenido material dedicado a ello.

El centro dispone de cámaras de vigilancia y las imágenes se perciben en la Diputación

El antiguo geriátrico San Rafael de Castro Riberas de Lea puso en marcha un sistema de vigilancia mediante cámaras de vídeo cuyas imágenes se aprecian a través de pantallas que están instaladas en la Diputación de Lugo.

Los dispositivos están colocados en diferentes puntos del exterior del centro, incluidos los espacios centrales del área. En numerosas ocasiones, las alarmas suenan porque vecinos de la zona pasean sus perros por las inmediaciones.

La instalación de las cámaras tuvo como objetivo proporcionar más medios al servicio de seguridad del centro. Se suponía que con las cámaras resultaría más fácil prevenir los pequeños hurtos que se venían produciendo con frecuencia en diferentes estancias. En una de las ocasiones, la Guardia Civil sorprendió «in fraganti» a varias personas de etnia gitana transportando diverso mobiliario del interior de las instalaciones hacia una furgoneta.

La colocación de cámaras también fue pensada para prohibir la entrada de vándalos o curiosos a las instalaciones.

El centro fue propuesto para construir una escuela formación agraria. También para la creación de un centro de patología dual. Actualmente sigue abandonado.