Francis: «Nací con un balón de fútbol siguiendo la tradición familiar»

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

LUGO

cedida

Hijo de emigrantes en Inglaterra continuó los pasos de su padre, que llegó a jugar en uno de los mejores equipos del Viveiro

24 oct 2017 . Actualizado a las 22:40 h.

Hijo de emigrantes, Francis Cagigao nació en Paddington (Inglaterra) y allí ligó toda su vida al fútbol y a un club, el Arsenal. Hijo de un futbolista y entrenador que formó parte de uno de los mejores equipos de la historia del Viveiro, reconoce que su destino era estar ligado al fútbol. En la actualidad es secretario técnico de los gunners tras su paso por varios equipos tanto como jugador como entrenador.

-¿Cómo comenzó en el fútbol?

-Es un tópico, pero la verdad es que nací con el balón al ser hijo de un ex futbolista y entrenador.

-¿Cuándo pensó que podía ser profesional?

-Siempre lo tuve en la cabeza y con 8 años ya se lo decía a un profesor que me insistía en que estudiara. Era un jugador pequeño, rápido y técnico que de niño jugaba cada fin de semana en dos equipos de fútbol y uno de rugbi. Tardé en explotar deportivamente hasta los 14 años.

-¿Cómo fue su llegada a Monforte para jugar en el Lemos?

-Estaba en el Yeclano en Segunda B y sufrí luna grave lesión al romper el astrágalo del tobillo, lo que me obligó a una recuperación lenta. Aún así tuve varias ofertas para militar en equipos importantes, pero pensé que a lo mejor era el momento de dar un paso atrás para luego dar otro grande adelante y decidí aceptar la propuesta del Lemos en Preferente, que me permitía compaginar el fútbol con los estudios de entrenador. La familia de mi mujer vivía en la zona y encontré la tranquilidad que necesitaba en ese momento. Allí me establecí y entre Monforte y Londres paso ahora mi vida.

-¿Cuándo comenzó a ser ojeador del Arsenal?

-Estaba en Londres sacando el título de entrenador cuando ya dirigía al Calasancio y coincidí con el que había sido mi entrenador en juveniles y con el entrenador del Arsenal Wenger, que me propusieron ser secretario técnico para Europa y acepté.

-¿Cuándo decidió entrenar al Lemos?

-Mi vocación siempre fue ser entrenador, incluso por encima de jugar, y hoy aún mantengo esa ilusión, aunque será muy complicado comenzar otra vez de 0. En aquel momento estaba entrenando al Calasancio y Ferreiro me propuso ir al Lemos. Me pareció que era el momento de dar el salto y les propuse llevar a cabo mi proyecto. Aceptaron e hice el equipo como consideré oportuno.

-¿Cómo vivió la promoción de ascenso del Lemos a Segunda B?

-Fue muy bonita e intensa. Puede parecer fácil pero solo se consiguió una vez en la historia del club y me gustaría que se repitiera. Era un equipo muy competitivo y con gente muy implicada que llegué a pensar que pudimos haber ascendido solo con un poco de fortuna.

-¿Cómo valora ahora la situación actual del Lemos?

-Triste y muy frustrante para los aficionados. Es la consecuencia de muchos años en los que se descuidó por completo la cantera y los vínculos con clubes que están trabajando bien la bases.

-¿Cuáles son sus mejores recuerdos?

-El primero cuando firmé el primer contrato profesional con el Arsenal y tras hacerlo me fundí en un gran abrazo con mi padre. Tampoco olvidaré nunca el momento en el que escuché por primera vez el himno nacional jugando con la selección española, algo inmenso para un hijo de emigrantes muy españoles y gallegos. La etapa como entrenador en Monforte trabajando con gente joven también fue muy especial.

-¿Qué le parecen las cantidades que se mueven en el mundo del fútbol?

-Ya dije varias veces que la situación no podía seguir así y que estaba fuera de lugar, pero no cambia nada. No me gusta que la situación social de la mayoría de la gente sea tan mala y la élite del fútbol sea ajena, pero es mi profesión y tengo que asumirlo.