Muchas de las vacas 300 explotaciones de carne de Cervantes podrían estar condenadas a pasar hambre, al quemarse no solo los pastos, sino también los fardos de hierba seca que había repartidos por las fincas y preparados para servir de alimento en los meses invernales. De este problema son conscientes los miembros de una asociación de ganaderos de As Pontes, que se han puesto en contacto con la cooperativa A Carqueixa para ofrecerles 60 rulos de hierba para hacer frente a las necesidades más urgentes.
La hierba sería bienvenida -algún ganadero ya no tiene que darle en estos momentos a sus reses- pero el problema son los costes de transporte, que superan al valor de la entrega.
No fue un buen año para quienes se dedican a la cría de ganado de carne, según confesaba Hugo Trabado, que tuvo que sacar a sus vacas que pastaban en fincas alquiladas en medio de la noche. Primero la sequía redujo en un 50% la hierba que recogían habitualmente para alimentar el ganado en los crudos meses de invierno, según estimaciones del ganadero. Después la guinda la pusieron los incendios, que mantuvieron a muchos vecinos de la comarca movilizados durante 48 horas seguidas -entre ellos a Trabado para poder salvar la casa de su madre en Robledo- ante la ausencia de medios. Ahora se encuentran con que los problemas para dar de comer al ganado que ya estaban sufriendo, se acrecentaron. «Tampouco hai onde comprar, e en Galicia menos. O pouco que hai é caro».
Los que tienen más problemas para dar de comer a sus vacas están recibiendo la ayuda de quienes no se han visto afectados por los incendios, conscientes de que el forraje almacenado no va a llegar para todos ni al invierno.
Los ganaderos están valorando la posibilidad de deshacerse de parte de la cabaña hasta que lleguen tiempos mejores.