En directo desde Friol: "Foi unha noite de solidariedade e de moito medo"

D.C. LUGO/LA VOZ

LUGO

Óscar Cela

Las llamas obligaron a desalojar una finca en Trasmonte con terneros y vacas, en la que ardió una nave

17 oct 2017 . Actualizado a las 22:47 h.

En las parroquias friolenses de Xiá, Seixón y Anxeriz, donde se localizaron los tres focos de fuego que amenazaron casas en la noche del domingo al lunes, pocos vecinos consiguieron pegar ojo. El momento más crítico se registró sobre las dos de la madrugada, según reconoció el alcalde, José Ángel Santos, en que el viento hacía avanzar las llamas con rapidez. Hubo un momento en el que pensaron en que iba a ser necesario desalojar alguna vivienda, pero no fue necesario.

Una de esas casas era la de Suso Fernández, en Piñeiro (Anxeriz). Las llamas pararon en un prado próximo al establo. «Foi unha noite moi longa. Estiveron regando con mangueiras para que non pasara o lume. Tivemos moita sorte e a casa chegoulle cerquiña».

Para la concejala de deportes, Fina Janeiro y para su marido José Manuel Piñeiro fue una noche larga y crítica. Sobre las dos de la madrugada decidieron sacar las vacas y terneros de una finca que tenían en Trasmonte, al ver que el fuego se aproximaba peligrosamente y que el humo cubría toda la superficie. «Abrimos a cancela e non fixo falta moito máis, baixaron todas axiña». «Estaban todas bastante alteradas e berrando». En el prado quedó una ternera de seis meses, a la que encontraron por la mañana. Estaba tan asustada que embestía a todo el que encontraba a su paso.

La familia consiguió bajar las vacas hasta una finca próxima a su domicilio con la ayuda de los vecinos. «Volcáronse todos a axudar. Foi unha noite de solidariedade, pero tamén de moito medo». Fina Janeiro y Manuel Piñeiro también estuvieron pendiente de una de sus dos granjas de pollos, la más próxima a Trasmonte. Se vieron obligados a vigilar el sistema de ventilación para no asfixiar a los pollos. En total, entre ambas, tienen 35.000.

El incendio dejó sin luz a varias casas, al arder un transformador. También temieron que se agotara el agua para combatir el fuego, que en algunas aldeas ya escasea. Entre el vecindario hubo algunas quejas por lo que creyeron falta de efectivos, justificada en parte por la avalancha de trabajo.

En San Martín de Bra un bulldozer trazó un cortafuegos sobre las siete de la mañana, cerrando el paso a las llamas que iban directas al pinar que está situado justo en el muro de una casa.

«O conductor do bulldozer ?según señaló un vecino? levaba tres días sen baixar da máquina facendo cortalumes por Galicia. Houbo un momento que pensamos que ía quedar atrapado no lume».