El recinto no acaba de resurgir pese a la gran inversión efectuada en el espacio
22 ago 2017 . Actualizado a las 18:06 h.Los animados mercados que se celebran en el recinto de Quiroga Ballesteros, especialmente los viernes, contrastan con el cierre de numerosos puestos del recinto. Todo parece indicar que el establecimiento no consigue resurgir plenamente a pesar de la inversión efectuada en el espacio y de la apuesta decidida de algunos empresarios. El pasado viernes permanecían cerrados, tras los vistosos toldos que en su momento instaló el Ayuntamiento, una decena de establecimientos, alguno de los cuales parece que lleva ya mucho tiempo sin ningún tipo de actividad, como es el caso de una tienda dedicada a la venta de pan y artículos de pastelería y una pescadería.
En las últimas semanas también permaneció cerrado uno de los negocios novedosos abiertos en su día en el recinto, la tienda de venta de tés. Lo mismo sucede con un local dedicado a la venta de congelados.
También echó el cierre una de las carnicerías con más historia del recinto. Se trata de la que abrió en los años sesenta el matadero de Frigsa. Cientos de lucenses hicieron en ocasiones cola para la adquisición de artículos provenientes del matadero próximo a Albeiros. Con el cierre de la industria cárnica, el puesto pasó a manos de Nova Frigsa y así se quedó. Fuentes municipales explicaron que estaban pendientes los traspasos de dos carnicerías.
El Concello trató de dinamizar la actividad en el recinto, de modernizarlo, pero parece que no acaba de captar el interés de los consumidores, especialmente los días en los que no se celebran los dos mercados semanales o el de productos ecológicos.
Hay opiniones para todos los gustos sobre las causas de que el recinto no capte mayor interés entre el público. Van desde quienes creen que es complicado ir al centro a comprar porque esa tradición se perdió, a quienes creen que el local sigue sin ser atractivo y presenta, en muchas ocasiones, la apariencia de sucio y con mal olor. Esa era un problema que el viernes, a las dos de la tarde, se notaba en muchas zonas en la nave principal de este recinto comercial.