La verja llegará por la parte del campo casi hasta la calzada de A Ponte
05 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La solución para mejorar la seguridad de los cientos de aficionados al fútbol que van a pie al Anxo Carro y también de los usuarios de las instalaciones deportivas que hay en la zona, así como también de quienes acuden al Pazo de Ferias, es poner más metros de valla metálica en la N-VI. Eso es lo que comenzó a hacer Fomento en las últimas horas. No habrá pasarela, a pesar de la gran demanda social de la misma, tanto de colectivos vecinales como de partidos políticos. Hace unas semanas, la carretera tuvo que ser cortada para que pudieran circular por la misma miles de aficionados asturianos que accedían al campo para presenciar el partido entre el Lugo y el Oviedo.
Operarios de la empresa que hace trabajos de mantenimiento en la N-VI en la demarcación de Lugo comenzaron a instalar los tubos galvanizados que servirán para la posterior colocación de la verja de red metálica. Esta impide que los peatones puedan cruzar la calzada de un lado a otro, algo que sigue sucediendo porque aficionados que dejan sus coches aparcados en alguna de las rotondas siguen atravesando la calzada y entrando a la zona de estadio por puntos en los que no hay verja. Todo apunta a que se trata de completar un tramo que no tiene el cierre porque, teóricamente, está sobre un amplio terraplén por el que resultaría difícil de acceder. La idea sería trasladar la valla hasta casi la calzada romana.
La medida no es ni tan siquiera un parche porque los aficionados pueden cruzar la calzada e invadirla cuando lo deseen. Solo basta con atravesar desde el aparcamiento del restaurante San Lázaro. Eso ocurre justamente encima del paso subterráneo que debería estar habilitado perfectamente para pasar al otro lado por debajo de la calzada nacional. Sin embargo este punto asusta, aún cuando de noche tiene luz; sin embargo apenas es usado.
Los viales en la zona de A Cheda están cada vez peor. Cruzar desde la calzada de A Ponte hacia el paso subterráneo que comunica con el Pazo de Feiras es poco menos que imposible como consecuencia de los baches que hay en el terreno que está en uno de los laterales del restaurante. Además, el camino que procede de A Cheda está también sin asfaltar.
Lugonovo se interesó en Madrid por el asunto y en Fomento le advirtieron que consideraban que había suficientes pasos para que los aficionados pudiesen pasar seguros al campo sin necesidad de hacer la polémica pasarela. Pero, además, le atribuyeron la responsabilidad de la seguridad vial al Concello de Lugo que, dicen, sería el que tendría que tomar medidas.