El lugar que quiere seguir siendo un ejemplo de unión

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

LUGO

a. lópez

Asociaciones de Santaballa buscan más fondos para dar uso a la vieja rectoral, adquirida al Obispado

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Anteayer, en la presentación del Maio Cultural del IES Basanta Silva, se anunció que una actividades de ese programa, organizado por quinto año consecutivo, sería una visita a Santaballa. Carlos Gómez Osa, profesor del instituto, explicó que la parroquia era un ejemplo de dinamismo social y que el trabajo de las asociaciones había permitido recuperar el patrimonio local e impulsar diversas actividades.

Si se recorre la parroquia, se ven edificios en buen estado y con actividades habituales: la Escola Habanera es un buen ejemplo de esa situación. Pero hay otro, a medio camino entre el deterioro y la recuperación, que sirve para demostrar que el empuje de la parroquia se mantiene y que el papel de las asociaciones tiene mucho que ver con ese perfil.

La antigua rectoral, que lleva décadas deshabitada, está en proceso de recuperación, después de que a finales del 2014, por impulso de cinco asociaciones -la de vecinos, Agarimo, la de Amigos da Liga Santaballesa, el Club Deportivo Santaballés y el Patronato pro escuela de Santaballa-, se adquiriese el inmueble al Obispado mindoniense junto con dos hectáreas de monte.

Parte del proceso se ha completado. Con fondos de la Diputación se ha renovado la cubierta del edificio, que consta de bajo y de un piso, con una superficie de unos cien metros cuadrados por planta, y que está situado casi frente a la iglesia. Isidro Cillero, presidente de Amigos da Liga Santaballesa, afirma que se están realizando gestiones para buscar más fondos: renovar puertas y ventanas con vistas al próximo invierno sería, explica Cillero, un objetivo razonable.

Pensar, como se anunció en el momento de la compra, en darle usos sociales y culturales al edificio no parece difícil. En la Escola Habanera -construida a principios del siglo pasado por impulso de los emigrantes de la zona en Cuba, a quienes se debe la creación de la Liga Santaballesa- se realizan cursos, talleres de teatro y hasta un taller de memoria. Una vez completada la restauración de la antigua rectoral, parte de las menciondas actividades podrían cambiar de sede, dice Cillero.

¿Por qué tanta actividad? El interés vecinal resulta clave. «Se non hai participación, non hai actividades», opina. Pero además esa participación se da en otras entidades y tiene raíces con bastantes décadas de antigüedad: por ejemplo, el equipo de fútbol, el Club Deportivo Santaballés, cuenta con unos 200 socios. «Hai moito arraigo», sostiene su presidente, Jesús Naseiro, que considerar que la compra de la antigua rectoral «foi unha boa idea».

El sacerdote Antonio Domínguez, párroco durante 16 años (1975-1991), tampoco duda en reconocer el espíritu unido de los vecinos. «No tempo que estiven na parroquia, non tiven queixa ningunha nese aspecto», admite. Opina que en ese perfil fue valioso el trabajo de otro sacerdote, Domingo Pérez Ocampo, párroco en el siglo pasado; y recuerda, además, cómo un gran acontecimiento de la historia santaballesa puso de relieve ese rasgo.

El número de lotería encargado por el equipo de fútbol logró el primer premio en el sorteo de Navidad de 1976, y la entidad destinó dos millones de pesetas -serían ahora 12.000 euros- a comprar para la parroquia el terreno que hoy sirve de campo de la fiesta: medía una hectárea, superficie ampliada luego con la concentración parcelaria, y está al lado de la iglesia y cerca de la antigua rectoral. «Foi unha compra xenial», afirma Domínguez.

Pretender la recuperación de la vieja rectoral y mantener actividades variadas es, pues, un rasgo santaballés pero con detalles de fuera: «É influencia do asociacionismo que naceu no exterior e que lle deu dinamismo á parroquia», recalca Cillero.

El campo de la fiesta se compró con dinero que tocó en la lotería de Navidad de 1976