La amenaza de la persiana prematura

Ricardo Hevia

LUGO

17 mar 2017 . Actualizado a las 13:49 h.

Una vez más, al Breogán le afectó el mal de alturas; y no es la primera vez esta temporada. La posibilidad de ser virtual líder y robarle un triunfo a Guipúzcoa, por aquello de sumar y restar, convirtió una tarde de fiesta en otra decepción. Y van muchas este año. Lo dijimos muchas veces: encajando cerca de cien puntos, es muy difícil ganar. Y mira que el partido se jugó al revés de lo previsto: ni tanteo bajo ni nada que lo pareciese. Y así, alguna ventajilla, que las hubo, como de hasta trece puntos, duraba lo que una caramelo en la puerta del colegio. Ya no sirve llorar, habrá que seguir intentando ganar cada semana y, con el rabillo del ojo, mirar a Guipúzcoa y a alguno más. Aunque, tan cerca del final, la ventaja de Porfi y los suyos parece insalvable. Y dejando enfriar las obsesiones de ascenso, la Liga continúa. Y esta noche, en Melilla, una nueva edición de un choque venido a menos, sobre todo por parte de Melilla, que se encuentra en plena lucha por asegurarse una plaza de play off. Viene de una dolorosa derrota en Lleida y sumar otra hoy sería una puñalada. El Breo, ya lo dijimos, tiene como único objetivo ganar o, de lo contrario, dedicarse otro año más a preparar los play offs con antelación suficiente. Duele en el alma volver la vista atrás. Hay que hacerlo hacia adelante y, para lo que queda, se me ocurre una pregunta: ¿no hay forma de obtener mayor firmeza en defensa? Por ejemplo, alguna picardía táctica que trate de disimular las carencias. Con la capacidad de anotación que tiene este equipo, no se entienden tantas derrotas. Pero la cruda realidad nos dice que, con muchos puntos en contra, o con alguno menos, hoy solo vale ganar. Si no, a echar la persiana como en temporadas anteriores dos meses antes de la conclusión de la liga regular.