Unas vacaciones para dar calidad de vida a los niños de Chernóbil

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO

La oenegé Ledicia Cativa tiene abierto el plazo para solicitar la llegada de pequeños para este verano

12 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El colectivo Ledicia Cativa tiene abierto este mes el plazo para aquellos padres que quieran colaborar en la acogida de niños de la zona afectada por el desastre nuclear de Chernóbil. Se trata de una iniciativa ya asentada en Galicia gracias a la colaboración de un grupo de padres que han ido poco a poco acogiendo a niños y enseñando a otras familias de la importancia que tiene dar esta paso.

En Lugo, Mónica Fernández e Iván Ferreiro son los encargados del programa en la provincia, y un buen ejemplo de que acoger durante los meses de julio y agosto a niños de Chernóbil es una satisfacción personal y a la vez sirve de ayuda para el desarrollo de los pequeños. «Vimos unha noticia no xornal e animámonos, e a verdade é que é algo enriquecedor, e ademais ver aos nenos que veñen con necesidades elementais, case co posto, e acaban aprendendo moito e gozando do verán, pois anima a seguir».

Esta pareja hace más de cinco años que comenzó acogiendo a una niña, Valeria, y tras comprobar que la experiencia fue positiva, ahora también reciben a otra niña, Arina. «Os inicios son duros, especialmente para eles, polo cambio cultural e pola timidez, ademais das dificultades co idioma, pero moi pronto perden os medos», relata Mónica Fernández. Para entenderse usan diccionarios e incluso una aplicación de móvil que traduce al instante.

Los trámites de solicitud para acoger a niños de Chernóbil no son complicados y en Ledicia Cativa ayudan en todo lo necesario. Se requiere un informe económico, otro de la situación familiar, el tipo de vivienda y número de personas que viven en ella y aportar vecinos o familiares que se pudiesen hacer cargo de los niños si ocurriese algún imprevisto a los acogedores. Destacan que no suele haber problemas burocráticos, a pesar de que en la actualidad las relaciones entre la Unión Europea y Rusia no atraviesan por buenos momentos.

«Os nenos que veñen non poden chegar con ningunha enfermidade declarada, veñen sanos, pero si notas que chegan baixos de peso e con carencias, especialmente na dentadura». Por ello, cuando llegan a España, las familias suelen llevarlos al pediatra y al dentista. Desde Ledicia Cativa recomiendan que durante los dos meses de estancia los niños tomen mucha leche o alimentos con calcio. «Na súa terra natal, os alimentos están contaminados, por iso ofrecemos moita froita, verdura e peixe, produtos que alí non poden comer», explica Fernández.

Las familias de los niños de acogida -que proceden de la zona más contaminada de Rusia, Briansk, y de una comarca, Novozybkov, deprimida económica y socialmente- destacan cómo los menores disfrutan de la playa, las piscinas y la naturaleza. «Logo chega o momento da partida, eles vanse moi contentos porque regresan para ver aos seus pais, e os que quedamos, aínda que algo tristes, moi satisfeitos e contentos por velos crecer sanos», señala Mónica Fernández.

Ciclos de descontaminación

En cuanto a los beneficios para los menores, el vicepresidente de Ledicia Cativa, José Manuel Borrajo, los deja claro: «Les supone beneficiarse periódicamente de ciclos de descontaminación estival, desde los 7-8 años hasta los 17, a ser posible siempre en la misma familia. Nuestro anhelo es que vivan más años y con mejor calidad de vida, porque son niños afectados por radiación». El programa del 2017 será la edición 23 y la oenegé sin ánimo de lucro recibe subvenciones de concellos y diputaciones gallegas.

«Os nenos chegan sanos, pero baixos de peso e con carencias, sobre

todo na dentadura»

«Nuestra única meta es aumentar la esperanza de vida de unos niños afectados por la radiación»