«Me preocupan el asfaltado y los parques eólicos en el Camino»

Dolores Cela Castro
DOLORES CELA LUGO / LA VOZ

LUGO

Recibió el galardón Aymeric Picaud en reconocimiento a su larga trayectoria de impulso a las peregrinaciones

24 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Peregrino, peregrino». Con estas dos palabras llamó Elías Valiña Sampedro, párroco de O Cebreiro, la atención de un joven italiano que en 1969 había empezado el Camino de Santiago con unos compatriotas, con la intención de acompañarlos durante dos o tres etapas en su viaje a Santiago, que se convirtieron en semanas. Esta experiencia marcó la vida de joven Paolo G. Caucci Von Saucken (Ascoli, 1941), hoy en día uno de los grandes investigadores sobre la ruta jacobea.

El sacerdote, que pintó la flechas amarillas del camino francés, y el catedrático hicieron enseguida buenas migas, después de este primer contacto en el año 1969. Caucci, que ahora vive en Burgos, recordó este encuentro, que dio un giro a su existencia, el pasado fin de semana, en León, en la entrega del Premio Aymeric Picaud, que le concedió la Liga de Periodistas del Camino de Santiago por toda una vida dedicada a promover los valores jacobeos, por la protección de la cultura y por la difusión internacional del peregrinaje.

De esta liga forma parte la Asociación de la Prensa de Lugo, que será anfitriona de este encuentro en el año 2019. Del encuentro del 2018 se encargará La Rioja, según quedó establecido en León, en medio de voces que reivindican el papel de la mujer en esta materia. Entre los cuatro galardonados hasta ahora solamente figura una, Carmen Pugliese.

Paolo Caucci citó en varias ocasiones al párroco de O Cebreiro tanto durante su intervención pública como posteriormente.

«Era un hombre extraordinario», dijo del sacerdote, con el que, reconoció, hizo rápidamente muy buenas migas y con el que compartió la pasión por el conocimiento y la difusión del Camino. Elías Valiña falleció en 1989, cuando todavía no se había creado el Comité Internacional de Expertos del Camino, del que forma parte Caucci, y que se formó para asesorar a la Xunta en el Xacobeo de 1993, que supuso, según reconoció el conferenciante, un punto de inflexión y el nacimiento de un fenómeno «imponente».

Para quien forma parte de este comité, el Camino «es como una catedral, una obra de arte lineal, continua y única, que hay que defender en todos los sentidos» y especialmente, según apuntó, en el físico. «Me preocupan ahora ?dijo en su intervención en el Parador de San Marcos? el asfaltado, los parques eólicos en los puntos más bonitos del Camino, el exceso de señalización y los daños irreversibles», que, señaló, se le están causando a lo que definió como un gran sistema de vasos comunicantes. «Tenemos que ser conscientes de este gran peligro», porque, apuntó, está sometido un elemento que definió como «muy frágil». Alertó que hay que protegerlo como una obra de arte.