Los planes para O Carme avivan la demanda de su excavación arqueológica

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO

El arquitecto Sánchez-Montaña sostiene que en esa zona estuvo el anfiteatro romano

23 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los planes de intervención municipal en O Carme, la amplia superficie sin urbanizar entre la Ronda da Muralla y la Segunda Ronda, ponen de actualidad la necesidad de investigar arqueológicamente este ámbito, más allá de las catas efectuadas en su día. El lucense Carlos Sánchez-Montaña lleva años defendiendo con diferentes y amplios argumentos, discutibles pero coherentes, que en esa parte de la ciudad estuvo el anfiteatro de Lucus Augusti. En 2002 desarrolló un amplio trabajo en este terreno. A día de hoy señala que desde aquella fecha se han ejecutado labores «que han puesto en serio peligro el conjunto monumental».

Pese a que las cosas han cambiado, como indica Sánchez-Montaña, las huellas de la historia, a su juicio, siguen ahí. A este respecto señala: «En el 2002 se podían observar sobre la rasante del terreno muros que formaban elementos como el podium, la arena, las puertas principales de acceso a norte y sur, los praecintiones, las vomitorias, la puerta a la arena, los muros que soportaban la cavea y la cloaca general». Mantiene que 14 años atrás, «los muros principales existentes y observables a simple vista en el 2002 y sin necesidad de excavación poseían una disposición axial y una clara forma elíptica y radial».

Sánchez-Montaña no tiene duda de que «las evidencias materiales que se presentan en la zona del Carmen, y que han sido recogidas de manera continuada en los últimos 150 años, permiten concluir que el edificio original del anfiteatro de Lucus Augusti era similar al encontrado en la ciudad de León, ahora hace diez años. El edificio de la antigua Legio romana comparte con el de Lugo emplazamiento, tamaño y tipología constructiva».

Sánchez-Montaña señala que su teoría se apoya, además de en su propia formación técnica, en el plano de la ciudad de Lugo dibujado en 1864 por el cartógrafo y militar español Francisco Coello de Portugal y Quesada, en el que -señala- se recogen los muros del edificio existente frente a la Porta Miñá. Dice que en la delegación del COAG se expone una fotografía aérea de Lugo, de los años 60, en la que se aprecia la existencia de parte de los muros dibujados por Coello cien años antes. Igualmente señala que en un texto para especialistas, en el tomo hispano de la serie Epigrafia anfiteatrale dell’Occidente Romana, el profesor Joaquín L. Gómez Pantoja al enumerar los anfiteatros conocidos en las tres provincias de Hispania reseña el de Lucus Augusti.