Las vacas también necesitan cita con el podólogo

Dolores Cela Castro
DOLORES CELA LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

La cojera afecta a la producción de leche y puede disfrazar los celos, según los expertos

13 abr 2022 . Actualizado a las 23:09 h.

Del buen estado de las pezuñas del ganado bovino dependen otros factores tan importantes como la fertilidad y la producción de leche, que puede descender si el animal siente dolor al caminar. De ello son cada vez más conscientes los propietarios de las explotaciones de leche de la provincia, que, unas veces por una lesión de urgencia y en otras como prevención, recurren a los servicios de un podólogo. En este caso, es más fácil que se desplace el profesional a la granja con su equipo que llevar al animal o a todo un rebaño de frisonas hasta una clínica.

Las empresas de podología ganadera ofrecen sus servicios por toda la provincia, en una actividad en la que hay bastante competencia y que va más allá de los cuidados relacionados con el bienestar animal. José Antonio Pérez Fernández es el gerente de una de estas firmas, Sepogan, con sede en Ribadeo, pero que se desplaza por todo el norte de Lugo, por la Terra Chá y por el occidente asturiano y que también presta servicios puntuales en granjas de León.

Esta empresa cuenta con cinco equipos -uno de ellos se dedica en exclusiva a las urgencias-, formados cada uno de ellos por dos profesionales, que recorren las granjas con un potro hidráulico, que les permite inmovilizar al animal mientras trabajan cómodamente en sus pezuñas.

Radiales para cortar

En lugar de limas, alicates o tijeras, como sus homólogos en humanos -los de animales no necesitan titulación y se preparan en cursos específicos-, usan radiales con discos acoplados a su función, cuchillos (legras) para limpiar las juntas entre las dos pezuñas, tenazas, material estéril para desinfectar, vendajes y tacos ortopédicos.

Pérez Fernández asegura que para evitar tratamientos cuando el animal ya cojea, lo ideal sería una revisión semestral o anual. «A pezuña medra; e se non se gasta, provoca deformacións, como nos pasaría a nos se non cortasemos as uñas, e fai que a vaca pise mal», señaló. «Provoca -añadió- úlceras e lesións porque soportan un peso de 400 quilos, e tamén descensos na produción de leite, e afecta á fertilidade».

El podólogo de vacuno, que se formó en Holanda, donde asegura que hay una mayor tradición en los cuidados podales y que acude a todos los cursos que se imparten sobre esta materia y a congresos internacionales como uno celebrado recientemente en Atlanta, aseguró que la vaca, cuando siente dolor, pasa más tiempo acostada y no se levanta a veces ni siquiera para comer. Esto reduce la producción de leche, y es posible que con la cojera no le detecten los celos y el ganadero tenga que esperar al siguiente para la inseminación.

El 80% ya previene

El gerente de esta empresa, que presta servicios para cooperativas y para ganaderos individuales, calcula que el 80% de los granjeros recurren ya a los cuidados preventivos cada seis meses o al año. A la larga, según señaló, suponen un beneficio para la explotación, que no tiene que recurrir a los cuidados de urgencia, que son más caros y cuando el daño está ya hecho y el animal cojea.

El precio medio de este tipo de cuidados ronda los 250 euros porque requiere un mínimo de 15 minutos de trabajo, el uso de material de desinfección y en muchos casos tacos ortopédicos para equilibrar el peso del animal. El precio de los preventivos depende del número de animales de la explotación o de las horas que los podólogos empleen en la tarea. Cuando es por animal, varían entre cinco euros para las granjas más grandes y 10 euros para aquellas que tienen un menor número de reses.

Pediluvios con desinfectante

El experto en podología ganadera asegura que para el buen estado de las patas del animal también son fundamentales la alimentación, la higiene del establo y el manejo del ganadero.

La podología se completa con los pediluvios con desinfectantes, que es conveniente utilizar una o dos veces por semana.

Problemas. El mal estado de las pezuñas puede llegar a provocar úlceras, que afectan a la producción de leche.

Beneficios. La pedicura cada seis meses o una vez al año evita que el animal sufra lesiones que le provocan cojera y dolor, que limita su actividad.

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