Santa Eulalia de Bóveda, un templo casi cerrado e inundado de maleza

Suso Varela Pérez
SUSO VARELA LUGO / LA VOZ

LUGO

CARLOS CASTRO

Lugonovo apremia a las administraciones a «frear o deterioro» del monumento

25 nov 2016 . Actualizado a las 12:54 h.

Muy buenas palabras, pero Santa Eulalia de Bóveda, el templo funerario romano dedicado al dios Dioniso, sigue abandonado. Así lo puso de manifiesto el grupo municipal de Lugonovo, quien urgió a las administraciones a que «freen o deterioro que sofre o monumento, porque é un pecado capital o estado no que se atopa», dijo el portavoz, Santiago Fernández Rocha.

«Resulta vergonzoso que estes días a Xunta anuncie que tratará de achegalo aos lucenses cando o que realmente precisa o templo non son folletos turísticos senón un plan director de coidados moi estrito e un incremento de dotacións ao seu carón que aumenten o seu atractivo», dijo el concejal.

En concreto, los problemas para el visitante que quiera ver el templo comienzan kilómetros antes de llegar, ya que la carretera que da acceso (de propiedad de la Diputación) se encuentra llena de maleza, hierbas que tapan las diferentes señales que indican la dirección.

Luego, apuntan desde Lugonovo, al llegar a la aldea «hai unha ausencia total de dotacións que non axudan a que veñan os visitantes». En concreto, Rocha se refirió a que «non hai aseos, nin onde beber, nin onde sentarse a gozar da paisaxe. O descoido é tan absoluto como a pasividade institucional que permitiu chegar ata este estremo».

Además, desde el grupo municipal piden al Concello que favorezca el estudio del templo para concretar a súa orixe e contextualízalo como a gran xoia histórica que é pero á que non se lle presta a debida atención». Lugonovo considera que su situación, muy próxima al Camiño Primitivo, «sería un reclamo para as visitas, sen embargo os seus horarios de apertura son tan restritivos que frean a súa promoción e proxección entre o público».

La queja sobre el horario es habitual, y es que precisamente no invita a su visita: de martes a viernes, de 8.00 a 15.00 horas. Los sábados está abierto de 10.00 a 14.00 horas. Y los domingos, los lunes y los festivos, el templo se encuentra cerrado al público.

La Xunta, a instancias del Parlamento, anunció que iba a acometer un plan de conservación, aunque por el momento no se pueden tocar sus pinturas debido al alto grado de humedad.