El caso de un interno que murió al salir de Bonxe llega a la Audiencia Nacional

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

La madre sigue esperando a que la llamen a declarar tras presentar una querella

25 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La madre del interno de la prisión de Bonxe, Emilio Antonio Pena Luaces, fallecido en agosto de 2011, ha llevado el caso a la Audiencia Nacional para exigir responsabilidades al centro penitenciario. Su hijo falleció, por una posible pancreatitis aguda después de haber abandonado la cárcel para disfrutar de un permiso. Salió el 27 de julio de 2011 y falleció en un hospital el 3 de agosto. Sus familiares apreciaron que dejó la prisión en unas condiciones de salud muy deficientes y entienden que pudo haber desatención en el centro.

La lucha que sostiene la madre de Emilio Antonio Pena es larga. Recurrió en su momento a los tribunales y el Juzgado de Instrucción número 1, le cerró la puerta por la vía penal al considerar que no había delitos de falsedad documental, omisión del deber de prestar socorro y homicidio imprudente, pero se la dejó abierta para llevar a cabo una posible acción civil de reclamación patrimonial al Estado. Y en esa fase se encuentra una parte del caso.

Hay otra acción judicial de los familiares, que es una querella interpuesta al antiguo director del centro, una asistenta social, al jefe de servicio y a un funcionario. Los denunciantes entienden que todas estas personas tuvieron algo que ver con la salida de prisión del interno.

Instituciones Penitenciarias emitió un informe hace un año en el que indicaba que Emilio Antonio Pena Luaces recibió en todo momento una atención adecuada por parte de los servicios médicos del centro. Esta afirmación contrarió especialmente a su madre que aseguró no entender como, entonces, la jueza había imputado en su momento a uno de los médicos del centro penitenciario. Este facultativo falleció posteriormente.

Teresa Luaces, la madre del fallecido, informó de que dos abogados lucenses, en representación de la familia de Emilio, formularon acciones frente al Centro Penitenciario de Bonxe ante la Audiencia Nacional. La denunciante insiste en que su hijo falleció como consecuencia de una mala praxis médica. Explicó que, por mucho que diga Instituciones Penitenciarias en sus informes, en la prisión lo trataron por una gastroenteritis y resulta que lo que tenía era una pancreatitis aguda que le acabó provocando un fallo multiorgánico, sin que los médicos del hospital al que fue trasladado pudieran hacer nada por salvarle la vida.

«Sigo pidiendo justicia y lo haré cada día que pase con todos los medios posibles a mi alcance», advirtió la madre que se enfrenta a la gran muralla de la Administración. Añadió, además, que seguía a la espera de que la llamasen a declarar dentro de las diligencias abiertas como consecuencia de la querella interpuesta al exdirector y a varios funcionarios del centro penitenciario. Quien promueve la misma estima que pudo haber un falso testimonio y, además, que hubo «declaraciones en prensa que atentan contra la intimidad del interno».

La madre del fallecido quiere que le expliquen todos los pormenores relacionados con la salud de su hijo en los días previos a la concesión del permiso de salida, por un tiempo de dos días, el 27 de julio de 2011.

La promotora de la querella recuerda que, cuando fueron a recoger a su hijo a la salida de la prisión, se encontraron con que este presentaba unas pésimas condiciones de salud. Tanto es así que horas después tuvieron que ingresarlo en el hospital. Los médicos, al poco tiempo de hacerle una evaluación, advirtieron a sus familiares de que el estado del paciente era muy grave.

«Lamentable y escandalosa»

Teresa Luaces asegura que su hijo fue objeto de una «lamentable y escandalosa desatención» en el centro penitenciario. En este sentido asegura que su hijo no pudo haber contraído una pancreatitis de un día para otro. No duda en que, cuando salió de la prisión, ya tenía ese problema que no consiguió remontar. De hecho, la jueza que se ocupó de una primera investigación del caso llamó a declarar a varios médicos en calidad de testigos. Algunos le explicaron, recordó la madre del fallecido, que desde que se inicia la pancreatitis con dolor hasta que llegan los síntomas más graves, la atención dispensada al afectado en las primeras 72 o 96 horas es vital. Pero Instituciones Penitenciarias niega tajantemente que no el interno tuviese desatención.

Teresa Luaces recibió en su momento una comunicación del departamento del Régimen Jurídico de Administraciones Públicas en la que le daban cuenta de que el caso iba al Consejo de Estado para un informe.

Instituciones Penitenciarias rechaza que se produjese un caso de desatención

«Seguiré pidiendo justicia con los medios que tenga a mi alcance», dice la madre