El origen de la misión arqueológica en Bóveda

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO

Hace 90 años, el 20 de junio de 1926, comenzaron las excavaciones en el templo funerario, ante el asombro y emoción de los arqueólogos

25 nov 2016 . Actualizado a las 12:53 h.

Todo comenzó hace 90 años, un 20 de junio de 1926, cuando tras varias evidencias claras comenzaban oficialmente las excavaciones arqueológicas en Santa Eulalia de Bóveda, el templo funerario romano en honor a Dioniso. Debajo del cementerio y de la iglesia del siglo XVIII había una joya guardada durante siglos que sorprendía a los arqueólogos de toda España, que comenzaron a desfilar por el monumento lucense. Qué pasaría entre 1914 -cuando el cura de la parroquia abrió un hoyo y se encontró con las hermosas pinturas que adornan la cripta- y 1926, con el inicio de las excavaciones. Otro enigma más que carga este templo del siglo III, aunque también comienza a haber evidencias de que pudo haberse construido en los siglos I o II, como puso de manifiesto recientemente el mayor especialista del monumento, Enrique Montenegro.

Aquel 20 de junio de hace 90 años acudieron a Bóveda el director de la excavación y del Museo Diocesano, Luis López Martí; el arquitecto provincial Ricardo García Puig y el presidente de la Diputación, Victoriano Sánchez Latas. Este tipo de visitas de especialistas y autoridades al templo, al que tenían que acceder a través de una trampilla, se fueron repitiendo mientras duraron las excavaciones.

Montenegro, que prepara para la revista Croa un artículo sobre excursiones como la del 21 de abril de 1927 (en la foto), considera que el arranque arqueológico de Santa Eulalia bien pudo ser el inicio de las misiones arqueológicas en Galicia. Y es que los mejores especialistas del momento no dejaron de pasar durante la época por el templo lucense. Montenegro, en su tesis doctoral, recoge 48 cartas inéditas de estos arqueólogos e historiadores donde muestran su asombro y emoción por lo que se van encontrando. Entre quienes pasaron por el lugar destaca Manuel Gómez Moreno, profesor de la Universidad Central (actual Complutense) y que fue el director de las citadas misiones en Galicia. Su figura fue clave a la hora de que se consiguiesen financiar las obras de excavación, limpieza, conservación y estudio del monumento. Sus informes fueron tenidos en cuenta para que Bellas Artes y la Junta Superior de Excavaciones apoyasen los trabajos y para que en solo cinco años se declarase a Bóveda monumento histórico artístico nacional.

Paralelamente a las excavaciones, comenzaron los estudios sobre su interpretación, que llenaron de enigma su función. Hoy se sabe que fue un templo funerario.

las fechas

Descubrimiento. Se debe el honor al párroco José María Penado, quien encontraba las evidencias de un templo debajo del cementerio

Excavaciones. Arrancan en junio y duran dos años.

3 de junio. Un decreto lo declara monumento histórico artístico nacional.