Salva la vida tras caer con su coche de un puente de la A-54 a una vía inferior

La Voz

LUGO

Se salió antes de una valla y cayó al vacío tras recorrer 50 metros por el campo

18 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la tarde de ayer se produjo un accidente casi milagroso en las cercanías de la rotonda de la cartera de Portomarín con la autovía de Santiago (A-54), en el conocido como enlace de Vilamoure.

Un conductor que viajaba por la autovía de Santiago en dirección a Nadela, al llegar al enlace de Vilamoure tomó la salida de la autovía LU-10 para dirigirse hacia la zona del Hotel Santiago. Cuando circulaba por el tramo de enlace entre las dos autovías, por una calzada elevada, perdió el control del coche, quizá por despiste, y se subió encima de la valla protectora donde arranca desde el suelo en forma de rampa. El coche se catapultó en el inicio de la bionda, se salió al terreno colateral y recorrió por la hierba unos 50 metros en paralelo a la valla, hasta que llegó a un precipicio de unos 10 metros de altura y cayó al vacío. Debajo estaba otro carril de enlace de la autovía LU-10 con la A-54, y ahí quedó el coche destrozado, con el ocupante milagrosamente a salvo y solo con heridas leves.

Durante los 50 metros que el coche recorrió la maleza colateral a la vía, fue frenando, pero no tuvo tiempo a detener el coche y por eso acabó cayendo. En el impacto inicial, donde se catapultó sobre la valla, rompió el cárter del motor y por ello fue perdiendo aceite a los largo de los 50 metros que recorrió por la zona de maleza, dejando la hierba impregnada.

Los atentes de tráfico que acudieron al lugar confirmaron que fue casi un milagro que el conductor no sufriese consecuencias mayores al caer desde casi diez metros de altura a otra calzada inferior. Fue además un siniestro extraño ya que el automóvil se salió de la vía elevada en un corto tramo sin bionda, para luego continuar por el exterior de la valla sin poder frenar hasta caer al precipicio.

En la vía inferior a la que cayó el coche quedaron restos de líquidos del vehículo y de cristales, que tuvieron que limpiar los servicios de mantenimiento de la autovía A-54.