Una de las consecuencias del minucioso trabajo que desarrollaron los arquitectos del castillo e Pambre fue la aparición de numerosas marcas de los canteros que participaron en las diferentes etapas de construcción del recinto. De esta manera, una de las compañeras del equipo de rehabilitación acometerá una tesis doctoral acerca de las marcas de cantería, que podrían ayudar a arrojar propuestas sobre evolución de un castillo que solo en el 2015 recibió 15.000 visitas, a pesar de estar cerrado al público.
El arquitecto Jorge Salvador realizó un estudio que demuestra cómo Pambre se fue levantando sobre diferentes capas. «Nos encontramos con diferentes cubiertas, escaleras marcadas en los muros, parladoiros incompatibles y contradictorios en su posición, poternas que se apoyan sobre torres», señala Salvador acerca de los diferentes estratos que podrá comprobar el visitante cuando se abra el monumento al público. Los turistas podrán subir a la torre, donde Crecente apunta que los estudios de visibilidad señalan que en tiempos se veía no solo el Camiño Francés sino el Monte do Gozo.