Reclaman que tramos del Camino sean adaptados a personas discapacitadas

LUGO

Un grupo de peregrinos de toda España hizo un recorrido por la muralla en sillas de ruedas

01 abr 2016 . Actualizado a las 23:15 h.

Un grupo de unas cincuenta personas con discapacidad, que recorre el Camino de Santiago, eligió ayer la ciudad de Lugo como una de sus etapas principales. Los peregrinos, procedentes de diversos lugares de España, aprovecharon la estancia para hacer un recorrido por la muralla. Entre los participantes figuraban ocho que utilizan silla de ruedas. Todos reclaman que tramos de los caminos jacobeos sean acondicionados para poder ser realizados por personas con discapacidad. 

Los peregrinos iniciaron el camino en Astorga. Tienen previsto llegar a Compostela durante el fin de semana, pero antes harán parada en Arzúa e incluso pasarán por Silleda. La organización corresponde a la comisión de prestaciones especiales de Fremap, una mutua de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, colaboradora con la Seguridad Social.

El recorrido que realiza este grupo de personas tiene la particularidad de que quienes tienen que utilizar habitualmente sillas de ruedas para moverse, efectúan los tramos del camino en «han bikes». Se trata de bicicletas especiales de tres ruedas que son propulsadas con las manos.

El manejo de estos vehículos supone un gran esfuerzo. De ahí, explicaron fuentes de la organización, que los tramos no suelan pasar de los ocho kilómetros. Lo normal, aclararon, son trayectos entre seis y diez, habitualmente. «Y ya es mucho porque acabas con los brazos realmente destrozados», señaló uno de los participantes. 

Hicieron ya etapas en la zona de Astorga y Ponferrada. Ayer cubrieron un trayecto de unos seis kilómetros entre Triacastela y Sarria.

Los participantes, tanto los que hacen el recorrido en la bicicleta especial como los que pueden ir a pie, se encuentran con grandes dificultades porque los tramos, en su mayor parte, no se encuentran habilitados para personas con grandes discapacidades como es este caso. De hecho, antes de iniciar la aventura, fue preciso hacer una selección adecuada de los  trayectos en los que podían moverse. «En muchos casos ?explicó una de las responsables de la organización de las caminatas? hay que moverse por partes de carretera en los que hay que poner especial atención porque en muchos casos, el paso de camiones y otro tipo de vehículos puede generar algunos problemas». 

TESTIMONIO:«CONSTRUÍA UN HOSPITAL Y ACABÉ EN SILLA DE RUEDAS»

Hay un hecho que une a todos los que ayer llegaron a Lugo haciendo el camino de Santiago. Un accidente laboral les supuso una incapacidad. Entre los participantes está Luis Miguel Trujillo, un canario, que estos días cambia los calores de las islas por la nieve, el granizo y la lluvia gallega. Está impresionado con los paisajes de Lugo y también con la iniciativa. «Ya somos todos como una gran familia», dijo.

Luis Miguel, dijeron otros miembros del grupo, es uno de los grandes motores. Siempre está de muy buen humor. «No me hagas foto de cara», dijo ayer fingiendo un tono muy serio a un periodista.

Este canario contó que lleva veinte años en silla de ruedas. Un accidente laboral le hizo cambiar la vida, pero advirtió que sigue disfrutando plenamente de ella. Trabajaba en la construcción del hospital Doctor Negrín de Las Palmas y acabó precipitándose al vacío. Fue desde una altura de  unos trece metros. La gravedad de las lesiones hizo que quedase en una silla de ruedas para siempre.

Es tan animoso que no deja pasar la oportunidad para aconsejar  que «no hay que dejarse vencer». «Es necesario seguir adelante porque hay muchas cosas para disfrutar plenamente», indicó. Y, como no, aprovecha para  hacer gala de su buen humor: «Siempre hay gente como Lourdes que nos ayuda».

En el grupo también está un joven vigués de 26 años que, desde los 16 ha de utilizar silla de ruedas para poder efectuar sus desplazamientos.