El PP pone en marcha la moción de censura pero Sangil exige cordura y un congreso

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

LUGO

Los ediles sarrianos se reunieron con Barreiro y Balseiro para analizar el cambio de gobierno

14 ene 2016 . Actualizado a las 13:14 h.

La amenaza de una moción de censura sobre el debilitado gobierno de Sarria, integrado por 4 ediles socialistas, dos del BNG y 1 no adscrito, tiene visos de convertirse en una realidad tras los últimos movimientos orquestados por la cúpula del Partido Popular de Lugo.

La semana pasada el presidente provincial, José Manuel Barreiro, y el secretario general, José Manuel Balseiro, visitaron la localidad para reunirse con los concejales del partido y otros responsables locales.

El supuesto motivo de esta reunión, a la que rogaron encarecidamente que asistieran a las fuerzas vivas de esta formación en la villa, era analizar los resultados de las elecciones generales del pasado mes; por cierto, no demasiado esperanzadores al perder la formación 1.150 votos pasando de un 55% de respaldo en las urnas al 43%.

Respaldo de Sangil

El balance de los resultados y un pequeño análisis de las posibles causas de la caída en respaldo popular fueron analizados, pero el punto que realmente más interesaba a los asistentes y que supuso un mayor debate era conocer de primera mano las intenciones de uno de sus concejales, Manuel Sangil. Esencialmente la posibilidad de respaldar una moción de censura para desbancar a la alcaldesa, Pilar López, y a su actual equipo y colocar de nuevo a José Antonio García como alcalde. También le recomendaron que cesara en su intento de continuar solicitando que se celebrara cuanto antes un congreso para elegir a los nuevos responsables locales de la formación de la gaviota.

El concejal mantuvo ante sus compañeros y los dirigentes provinciales del partido conservador la postura que defiende desde hace meses y que consiste básicamente en exigir que se celebre un congreso local, algo que no se lleva a cabo desde el 2008 cuando José Antonio García accedió a la presidencia, en aquel momento con el respaldo total de Manuel Sangil.

Una vez que se celebre el congreso y se conozcan los resultados, Manuel Sangil dejó claro que será el primero en firmar y apoyar una moción de censura en la que el partido seleccione el candidato que considere más idóneo.

La petición del edil se sustenta en que si se acelera la moción de censura y se ejecuta antes del congreso, la persona que resultara elegida como alcalde partiría con ventaja respecto a otros candidatos al gozar de una posición privilegiada de poder.

Posturas distantes

Las posturas de ambas partes, por un lado los concejales y la cúpula del partido y por otra una gran parte de la militancia de base que apoya a Manuel Sangil están muy separadas, por lo que la posibilidad de que la moción se lleve a cabo de manera inmediata es muy remota. La única opción es que el partido amenace a Sangil con un expediente disciplinario y el edil ceda, aunque es una alternativa poco probable por la fractura que originaría en el PP sarriano.

En lo que compete a los posibles apoyos con los que contarían los populares para dar el paso hacia el relevo de gobierno, los más evidentes son los de los ediles de Compromiso por Galicia Concellos Transparentes, Benjamín Escontrela y Antón Fortes. En los últimos días se especuló en distintos círculos con la posibilidad de que miembros del PP y de la coalición ya hubieran mantenido una reunión cuyo único fin era sentar las bases para presentar la moción, aunque no existen pruebas concluyentes.