El empresario también ofertó un minibús para el servicio urbano de Lugo
03 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Raúl López -gerente de Monbus, empresa a la que pertenece Autobuses Urbanos de Lugo S. A (Aulusa) y que previsiblemente seguirá ocupándose unos 15 años más de la gestión de transporte urbano de Lugo- ofreció al Concello, para la nueva concesión, un paquete de 7.000 kilómetros gratis. Sus competidores, los catalanes de Monventis, ofertaron algo más de 8.600, pero eso no fue suficiente para que la mesa de contratación diese más puntuación al lucense porque, entre otras cuestiones, ganó la partida al ofertar mayor número de frecuencias.
Esa bolsa anual de kilómetros sin coste para la institución municipal podría ser empleada en la realización de servicios de carácter temporal. Por ejemplo, el Concello podría reforzar los buses al cementerio en Difuntos, al campo de fútbol o a cualquier otro acontecimiento sin que le supiera un coste adicional. La mesa de contratación estimó que esos kilómetros ofertados por la empresa de Raúl López tienen un valor de 16.000 euros, que suman 161.000 para los diez años que dura inicialmente la concesión. Pero los catalanes de Moventia, que querían el transporte urbano de Lugo a través de su empresa Marfina Bus, pusieron en la bolsa 8.695 kilómetros que, traducidos a euros, serían 20.000, lo que supondría 200.000 durante la vida del contrato.
Aulusa ofertó la compra de un vehículo especial, tipo minibús, para poder dar servicio a aquellas zonas en las que por las dimensiones de los viales no fuera posible llevar vehículos de mayor tamaño. El precio de este autobús lo cifra en 167.000 euros, de acuerdo con una oferta presentada por el fabricante.
Moventia, en su oferta, incluyó un apartado denominado vehículos piloto. Presentó el compromiso de comprar un bus híbrido para realizar una prueba piloto durante un mínimo de dos años. Evalúa esta mejora en 340.000 euros. Ese vehículo tendría un espacio para dos sillas de ruedas, así como la correspondiente rampa de acceso. El número de plazas serían 28 sentadas y 65 de pie. La empresa estima que este vehículo ahorraría un treinta por ciento de combustible.
Asimismo, presentó la oferta de incorporar un vehículo auxiliar eléctrico, tanto para intervenciones de mantenimiento en la calle como desplazamiento de los inspectores. Esta mejora la valoraron en 45.000 euros, de los que 30.000 corresponden al coste de adquisición y 13.200 al alquiler de la batería y 2.000 a la toma de alimentación.
El Concello de Lugo estima que el valor estimado del contrato del servicio de transporte urbano en la ciudad asciende a casi 61 millones de euros. Se trata de un servicio altamente deficitario; entre otras razones, por la mala planificación llevada a cabo, al menos en la concesión ya prorrogada.
La empresa que perdió el concurso ofertaba wifi en todos los autobuses
En la propuesta técnica, Marfina vapuleó a Aulusa, su competidora: 13,90 puntos frente a 10,3. Los catalanes ofrecían wifi en todos los autobuses con acceso gratuito para todos los viajeros. Asimismo, planteaba que los vehículos dispusiesen de una PDA para que los conductores informasen de los desperfectos, incidencias y evolución de las rutas.
Marfina ofrecía también colocar pantallas TFT con un sistema que mostraría a los viajeros toda la información dinámica durante el vial. Esta serie de mejoras fueron evaluadas por el ofertante en 35.000 euros al año.
Decía la empresa catalana que consideraba la dotación de estos equipos para todos los vehículos, no solo para los que estuvieran realizando las líneas sino para los demás. La flota prevista era de 22.
La mesa de contratación no hace ninguna referencia especial a las cuestiones técnicas que incorporarán en la nueva concesión los autobuses del servicio urbano. Actualmente, los vehículos de la empresa ni tan siquiera disponen del correspondiente dispositivo que les permita transmitir información sobre su situación a los paneles colocados en varios puntos de la ciudad e inaugurados en su día con gran alarde. Fueron colocados con fondos europeos. No llegaron a funcionar. Ahora solo son un adorno en las paradas, mientras los viajeros no se enteran ni de los autobuses que llegan ni, en muchos casos, de los que pasan por el lugar como consecuencia de la falta total de información en buena parte de las paradas.