Historia de la Navidad a través de adornos de cristal

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Fátima Cobo y Carlos Vieira en la muestra del MIHL, de la que son comisarios.
Fátima Cobo y Carlos Vieira en la muestra del MIHL, de la que son comisarios. alberto lópez< / span>

Una licenciada en Historia, de Barreiros, adquirió en mercadillos del centro y este de Europa 800 piezas

23 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Fátima Cobo, licenciada en Historia y su marido Carlos Vieira, informático, viajaron en septiembre del año 2009 a Polonia y se toparon con una tienda con adornos de Navidad de vidrio soplado y pintados de manera artesanal. No pudieron resistir la tentación de comprar algunos ni la curiosidad de investigar sobre su origen. Desde entonces, en sucesivos viajes, se han hecho con una colección de 800 piezas, la más antigua del año 1880, que repasan la historia de la Navidad en Europa y que forman parte de la Colección Vico.

Durante estas Navidades, una parte de esta colección estará expuesta en el MIHL. «Nadal de cristal» recoge 300 piezas recopiladas a lo largo de estos seis años en mercadillos, tiendas de antigüedades, artesanos y vidrieros del centro y este de Europa. Entre las más singulares figuran adornos de la antigua URSS, de los años 50-60, cuando estaban prohibidos los árboles de Navidad con los adornos tradicionales. Los sustituyeron por símbolos de la revolución y de sus triunfos, que sí estaban permitidos por Año Nuevo. En la muestra del MIHL hay una reproducción de los diseños originales de un cohete que viajó a la luna; del Sputnik, el primer satélite artificial lanzado por los rusos, o una figura en vidrio soplado de Yuri Gagarin, el primer cosmonauta que viajó al espacio exterior.

En su investigación para catalogar las piezas que fueron comprando a lo largo de estos años se encontraron con datos históricos y leyendas, que Fátima Cobo expondrá en la visita guiada que realizará a la muestra el próximo día 27, a las seis de la tarde. Entre estas leyendas figura la de un vidriero muy pobre de Lauscha, una aldea de los montes de Turingia, en Alemania, que sopló las piezas para su árbol en vidrio, en primera mitad del siglo XIX. Su situación económica no le permitía comprar las manzanas, nueces y galletas que se usaban de adorno en aquella época.

El método utilizado hace 200 años se sigue empleando y ha cautivado a coleccionistas de todo el mundo. A lo largo de estas dos décadas, según explicó Fátima Cobo, comisaria de la exposición, han ido evolucionando los diseños, pero se mantienen las tres técnicas de soplado: el checo, el francés y el que comparten los artesanos polacos y alemanes.

La muestra del MIHL realiza un recorrido por esa evolución de los diseños y ofrece además vídeos de las diferentes técnicas de soplado y de cómo se confeccionan los adornos.

Coleccionistas americanos

Este tipo de adornos, según pudieron constatar los investigadores, cuenta con una legión de seguidores en Estados Unidos, para los que fabrican en exclusiva en talleres de soplado de Polonia. Hay incluso diseñadores de reconocido prestigio como Christopher Radko, ante el que se forman colas todas las Navidades para que firme sus trabajos.

La pareja de coleccionista ha conseguido contagiar su afición a algunos de sus amigos, que también viajan en esta época a los mercadillos navideños europeos. A su valiosa colección, que mantienen al margen de las fiestas familiares por temor a que se puedan romper, acaban de incorporar medio centenar de piezas. Las adquirieron en su último viaje por Alsacia, Suiza y Polonia, del que regresaron el pasado lunes, después de recorrer los principales mercadillos, tiendas especializadas y los talleres de algunos artesanos.

Tanto Cobo como Veira están satisfechos de la rentabilidad que le están sacando a la muestra: el placer de enseñarla.

«La rentabilidad que le sacamos a esta colección, de momento, es el placer de enseñar las piezas y explicar su origen e historia»

«Todos los adornos los compramos en mercados navideños y en tiendas de antigüedades de Polonia, Austria, en la República Checa y en Alemania

El domingo habrá una visita guiada de la mano de los propios coleccionistas

Piezas de los árboles de Año Nuevo de la URSS que exaltaban el régimen

la más cara

Esta es la pieza más cara de la muestra. Su valor ronda los 200 euros. Un artesano tarda aproximadamente tres horas en colocar todos los cristales de Swarovski sobre el cristal. Es una bola navideña muy elaborada, al igual que otras que forman parte de la exposición. La colección completa de adornos está valorada en 18.000 euros. Algunas de las piezas ya no se hacen, lo que las revaloriza.

personaje singular

Esta es la figura que acompaña en Europa a Papá Noel. Es similar, según la comisaria de la exposición, al hombre del saco. En la muestra explican el origen de los calcetines en la chimenea para San Nicolás. Están vinculados a tres mujeres casaderas, sin dote, que los habían dejado a secar y los encontraron con el dinero para la boda.