El rechazo familiar a donar órganos es en la provincia de Lugo de los más altos de España

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

El coordinador de trasplantes del HULA, Francisco García Novio, en la intervención de ayer.
El coordinador de trasplantes del HULA, Francisco García Novio, en la intervención de ayer. alberto lópez< / span>

El coordinador de trasplantes dice que es vital vencer la negativa

16 nov 2015 . Actualizado a las 23:32 h.

Los especialistas que se ocupan en Lugo de la gestión de trasplantes de órganos se enfrentan a un espectacular muro que tratan de superar. Se trata de la negativa de los familiares de los posibles donantes a ceder los órganos de estos. Esa tasa de noes figura entre las más altas de España, lo mismo que ocurre en el resto de las provincias gallegas en comparación con las del resto del Estado. De esa situación informó ayer el doctor Francisco García Novio, coordinador de trasplantes del Lucus Augusti, en el transcurso de la novena jornada renal organizada por la Asociación Alcer.

García Novio explicó que en el centro hospitalario lugués formaban parte de la comisión otros das personas, los doctores Sánchez Andrade y Montse Ortiz. «Ellos -dijo el coordinador- han logrado subir las tasas de donación a unos muy buenos niveles, tendiendo en cuenta la población del área hospitalaria». Indicó que era necesario «buscar donantes donde los haya» y, por eso, una de las vías es hablar con los familiares de posibles donadores. «Aunque somos donantes por ley, se pregunta a los allegados porque deseamos que las cosas se hagan con el beneplácito del ciudadano. Y el eslabón más débil de la cadena es cuando los familiares tienen que decir sí o no», apuntó.

Esa pregunta, ese planteamiento, lo efectúan por lo general a una persona que se encuentra en un shok emocional porque está a punto de perder a un ser querido. Y la respuesta dependerá de muchos factores. En Lugo la tasa de contestaciones negativas es muy alta y los especialistas tratan de reducirla.

«La tasa de negativas a donación es más alta en Galicia que en el resto de España y en Lugo también. Aquí varía mucho el tanto por ciento, que es pequeño por el número de habitantes, pero en líneas generales suele estar por encima de la media gallega», recordó García Novio. El coordinador de trasplantes advirtió: «Va a haber las muertes que tenga que haber y no podremos incidir en eso, pero sí en las negativas de un familiar. Si lo conseguimos, el número de donantes aumentará», advirtió García Novio.

¿Por qué los lucenses dicen que no? El coordinador de trasplantes asegura que no incide la edad, ni el sexo, ni el tiempo de permanencia en la uci de la persona afectada. Sí importará, advirtió, el tamaño de la población de residencia. Por debajo de los 10.000 habitantes aumenta espectacularmente la posibilidad de un no. Lugo, recordó, es una provincia con gran dispersión.

«Hay que ir a la intimidad de las cosas. En Euskadi no hay negativas. Algo tendrá que ver, por tanto, con nosotros», dijo García Novio, quien explicó que los gallegos tienen una especificidad ante la muerte. Las creencias son arraigadas y eso «nos hace verla de manera diferente a otros lugares». En cada parroquia lucense y también en Galicia, recordó, hay un cementerio próximo a las casas en muchos sitios Se refirió también al papel de la Iglesia Católica que, dijo, acepta la donación, «pero algunos curas no son distintos en pensamiento al resto de la población.

El tamaño de la población de residencia es vital, según García Novio

Charlas en los centros educativos para informar a los jóvenes, que suelen ser más generosos

La cifra de negativas familiares en Galicia suele estar entre ocho y diez puntos por encima de la media española. Va decayendo, pero todavía queda mucha tarea por delante. Hubo años en los que los rechazos alcanzaron cifras muy superiores al treinta por ciento.

El equipo de coordinación de trasplantes de Lugo acude, desde hace ya unos años, a centros educativos de la ciudad y también de algunos puntos de la provincia para explicar a los alumnos la importancia de la donación. «Los chicos de quince años -indicó el coordinador de trasplantes de Lugo- suelen ser, por lo general, más generosos que personas de sesenta». De todos modos, alertó de que el cambio resulta complejo porque se trata de una cuestión ancestral. «Nos gustan los hospitales cerca de casa, pero también las iglesias y los cementerios. Además, damos importancia a muchos aspectos que están relacionados con la muerte», indicó. García Novio recordó que dispone de material gráfico que recoge un anuncio colocado en las proximidades de un cementerio gallego en el que se pide una sepultura soleada y orientada al sur. La persona que la buscaba anunciaba que gratificaría a quien le ayudase a encontrarla.

Recordó que la difusión a nivel social era muy relevante.

El año pasado hubo dos donaciones de vivos y trece de fallecidos

A lo largo del año pasado, dos personas vivas hicieron donaciones de órganos, en ambos casos para poder ser trasplantados en familiares suyos. Según el doctor García Novio, las donaciones que se pueden hacer son fundamentalmente de riñón, un lóbulo de pulmón partes del páncreas, hígado e intestinos.

Las donaciones de personas fallecidas realizadas en el transcurso del pasado año fueron un total de trece. En lo que va de este contabilizaron una decena y esperan que el ejercicio se cierre con unos niveles similares a 2014. En el caso de personas fallecidas se puede ser donante de casi todo, fundamentalmente de órganos y tejidos.

El coordinador de trasplantes del hospital lucense explicó que a la cabeza de donaciones estaban los grandes centros hospitalarios gallegos porque, recalcó, son los que tienen un área de población muy grande. Sin embargo entre los que están a otros niveles, el de Lugo, figura en primera posición porque es el cuarto de Galicia, por encima de Ferrol, Ourense y otros centros como el Meixoeiro vigués. El área del HULA es de 270.000 personas. No cuenta A Mariña, ni tampoco la zona sur que está adscrita a Ourense. El de Lugo está el doble por encima de los centros hospitalarios ya reseñados.

García Novio dijo que había que estar orgullosos en España del número de trasplantes y donantes y recordó que esos buenos datos se deben a la organización que se creó a finales de los años ochenta.