De la mina de hierro a las fraguas por el Camiño do Teso

carlos rueda, francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO

Un típico balcón de madera en una casa del pueblo
Un típico balcón de madera en una casa del pueblo

Una ruta de interés histórico une dos aldeas de A Pobra do Brollón

02 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El llamado Camiño do Teso era utilizado por los vecinos de la aldea de A Veneira de Roques, en el municipio de A Pobra do Bollón, para acceder a las fincas agrícolas y para ir a la escuela situada en la cercana aldea de Covadelas. También era la principal vía de comunicación para llegar a la capital del municipio. El interés que ofrece hoy esta ruta, además del paisajístico, es su relación histórica con la minería tradicional del hierro.

A Veneira de Roques fue en tiempos una de las poblaciones mineras más importantes de la provincia. Sus yacimientos, que tal vez ya fueron explotados desde la Edad Media, proporcionaba mineral a varias ferrerías del sur lucense: Penacova, Biduedo, Barxa de Lor, Lousadela, Baldomir... Tanto en esta localidad como en Covadelas había varias fraguas en las que se trabajó el hierro que salía de estas minas y que sin duda viajó muchas veces en carros por el Camiño do Teso.

La ruta no llega a los dos kilómetros de longitud, pero presenta cierto grado de dificultad debido a la fuerte pendiente que recorre el camino. En total son unos doscientos metros de desnivel. Una vecina de A Veneira, Josefina Rivera, señala que para ir de una población a otra se empleaba también el llamado Camiño das Carrozas. Pero los vecinos preferían el Camiño do Teso, ya que es más directo y requiere menos tiempo.

Primeros tramos

El recorrido empieza en la parte alta de A Veneira, donde hay que tomar un camino que da acceso a la aldea y empata con la carretera que lleva a Saa y A Pobra do Brollón. Tras los primeros quinientos metros, hay que girar a la derecha y caminar unos setenta metros por una pista de tierra. Seguidamente nos desviamos a la izquierda para entrar en el Camiño do Teso.

En los siguientes cuatrocientos metros, el camino inicia un suave descenso y discurre entre fincas abandonadas, monte bajo y pinos. Más adelante, en el paraje conocido por Costa Repentina -cuyo nombre hace honor a la extrema pendiente-, el descenso es muy acusado a lo largo de unos trescientos metros. A continuación la cuesta se vuelve más suave y el camino corre encajonado entre altos muros de piedra.

Unos doscientos metros más de caminata y llegamos al lugar de Chaorregueiro. A la izquierda queda el arroyo de Xardo, que unas decenas de metros más adelante recibe las aguas del arroyo de Trigo. Ahora el camino se vuelve más llano. Seguidamente cruzamos el arroyo de O Trigo y un centenar de metros más adelante llegamos a una bifurcación. Ambos ramales o caminos llevan a Covadelas. Nos desviamos por el de la izquierda, que da acceso a la parte baja de la aldea, a la que llegamos después de haber recorrido otros doscientos metros.

La aldea de Covadelas conserva la fisonomía de las antiguas poblaciones rurales de la montaña. Todavía se mantienen en pie algunas de las construcciones que albergaron las fraguas, abandonadas desde hace ya mucho tiempo. En tiempos recientes han sido rehabilitadas varias viviendas y actualmente son dos las familias que residen en la localidad.

A orillas del arroyo que pasa por el pueblo -y que tiene su mismo nombre- destaca una fuente tradicional con lavadero en el lugar de Tralacova, al que se llega caminando unos cien metros por un sendero que sale de la parte baja del pueblo, al final del camino que acabamos de recorrer. Esta construcción, de notable interés etnográfico, se encuentra en muy buen estado y llama la atención la belleza del paraje en que se encuentra.

La actividad minera y metalúrgica tuvo mucha tradición en la zona

Como llegar

Desde A Pobra. Hay que salir de A Pobra do Brollón, la capital del municipio, por la carretera que conduce a Saa y A Veneira de Roques. En el kilómetro 11 está el acceso a la aldea, que se encuentra a unos doscientos metros de distancia