Ayudar al personal sanitario a mejorar la calidad de vida de las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular (ictus) es el objetivo final que persiguen las dos investigaciones no financiadas que promueve actualmente el fisioterapeuta Félix Fernández Peinó, gerente de Fisioterapia Ronda, con el soporte del departamento de Metodología de la Fundación Ramón Domínguez, y la colaboración de las universidades de Southampton (Reino Unido) y Wroclaw (Polonia), y el Servicio de Rehabilitación del HULA. La primera está en marcha, y la segunda está pendiente del visto bueno del Comité de ética. «En estudios clínicos previos que he realizado en mi centro, he comprobado que la punción seca en el antebrazo podría reducir hasta en un treinta por ciento o más el efecto de la espasticidad que agarrota y acorta los músculos, y que es una de las mayores causas de dependencia e impotencia funcional para quienes han tenido un accidente cerebrovascular», explica el investigador lucense. -¿En qué consiste la punción seca? «Es una herramienta usada en fisioterapia parecida a una aguja de acupuntura y que se usa para desactivar los puntos gatillo en contracturas musculares muy fuertes», comenta. El primer estudio consiste en validar las propiedades mecánicas de la musculatura del antebrazo en personas sanas. Después analizará el comportamiento de esa musculatura en distintas patologías.
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