El personal del Jorge I empieza a solicitar las primeras ejecuciones de sentencias de despido

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LUGO

Supondrá embargos de los bienes propiedad de la empresa para pagar a los trabajadores

17 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Trabajadores del Jorge I, con sentencia de extinción de contrato, con indemnizaciones reconocidas, han presentado las primeras solicitudes de ejecución para el consiguiente embargo de bienes para poder cobrar. La mayoría antigua plantilla tramitó demandas en los juzgados de lo social. Todavía hay fallos pendientes, que se corresponden con los últimos empleados que recurrieron a esta vía.

Algunos ex trabajadores optaron por aceptar la oferta de la empresa en la conciliación en el SMAC, previa a los juicios para poder empezar a cobrar el paro cuando antes. El personal acumulaba deudas salariales de varios meses con lo que, para no esperar por la sentencia y poder apuntarse al paro, optaron por esta vía. También lo hicieron otros que pretenden incorporarse a otro puesto de trabajo y que no podían hacerlo hasta ese momento. No fue el caso de los ex empleados que asesora la CIG. Este sindicato, según su secretario comarcal, Antonio Niño, no suele conciliar en el SMAC los despidos dado que, el Fogasa no se hace cargo de las indemnizaciones por extinción de contrato conciliadas fuera de los juzgados. Los únicos casos en los que lo aceptan es en el de empresas que tienen la total seguridad de que van a asumir sus compromisos económicos.

El personal que ya dispone de sentencias firmas en la que les reconoce salarios atrasados y la extinción de contrato no ha cobrado ni un solo euro de la empresa.

El Jorge I, propiedad del empresario italiano Mauricio Borroni, no afrontó el pago de ninguna de las deudas con el personal. No lo hizo siquiera con los empleados a los que se comprometió a abonarles lo reclamado en el plazo de 72 horas en la conciliación previa al juicio.

Borroni arrastraba deudas salariales de varios meses con su personal. En diciembre optó por cerrar, alegando reformas en el establecimiento y ya no volvió a abrir.

No todo el personal esperó a que cerrara el establecimiento. Quienes llevaban poco tiempo en la empresa optaron por marcharse sin efectuar reclamación alguna. Algunos porque tenían en perspectiva otro empleo.

El futuro del Jorge I es en estos momentos incierto. Una de las opciones que se baraja es su venta. Sin embargo, si el embargo de los trabajadores afecta al edificio, acabará saliendo posiblemente a subasta.

Espera en el Gran Hotel

Los trabajadores y ex trabajadores del Gran Hotel están a la espera de cómo actuará la administradora de la sociedad ante la notificación del Juzgado Mercantil de la admisión a trámite del concurso necesario.

La empresa dispone de cinco días para comunicar la postura que adoptara en este caso. Si en el anterior concurso necesario acabó pagando los 10.000 euros que le reclamaban, en este, con 254.000 euros de deuda, no parece fácil que pueda optar por esta vía .

Si finalmente prospera el concurso de acreedores necesario, la actual administradora será apartada de la gestión del establecimiento para que asuma esta responsabilidad el administrador nombrado por el Juzgado Mercantil.

25 trabajadores

Parte de ellos subrogados

Una buena parte de la plantilla eran trabajadores subrogados por el anterior propietario, con antigüedades importantes.