La jueza desestimó la paralización del salón como medida cautelar
07 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Salón Erótico de Galicia, al que en el último momento los organizadores le cambiaron el nombre por Paixxon Galega, comenzará hoy, pero con una demanda judicial, presentada por un empresario catalán, Julio Simón, que asegura que tiene registrado el nombre. Simón pidió en el juzgado la paralización del evento como medida cautelar y no le fue concedida esta solicitud.
Simón aseguró que antes de recurrir a la vía judicial se puso en contacto con la asesora jurídica del recinto ferial y con el gerente, Rubén López, quienes le dijeron que no era posible aplazar la celebración del evento, que era tarde y que intentarían cambiarle el nombre. Por este motivo presentó una demanda contra el patronato de la Fundación Ferias y contra la empresa que organiza el salón erótico, en la que le exige daños y perjuicios por el uso del nombre que tiene registrado, que fue admitida a trámite. Simón dijo que no sabía a cuánto podía ascender la indemnización, dado que depende de unos baremos. «En todo caso -añadió- mucho más dinero del que van a ganar con el salón, seguro».
La indemnización
Julio Simón insistió en que le parecía una falta de sensibilidad por parte de las instituciones no comprobar que la marca estuviera registrada.
El empresario catalán reconoció que si sus pretensiones van adelante, algo en lo que confía, la indemnización la tendría que abonar una fundación en la que participan la Xunta, la Diputación y el Concello de Lugo. «Quien hace los contratos de los expositores -dijo - es el recinto ferial por lo que hemos demandado a los dos»
El empresario catalán, que dijo que conocía al director del evento, «y el director del evento a mí por lo que esto no es una casualidad» insistió que no estaba dispuesto a que se aprovechara del trabajo que hizo en Galicia en los años precedentes.
El director del salón, Conrad Son, negó ayer que tuviera problema alguno con el nombre del salón. Según dijo, no lo podía tener porque es un nombre genérico que, en su opinión, no se puede registrar. Justificó el cambio del nombre del salón erótico por Paixxón Galega en una estrategia de márketing para animar a los adultos a acudir.
Para cubrir gastos
Conrad Son aseguró además que ni si empresa, que dijo era pequeña, ni el pazo de ferias habían hecho ningún estudio económico sobre lo que podrían recaudar. «Si vienen entre 4.000 y 6.000 personas -dijo- cubrimos gastos y nos posicionamos de cara al año que viene, que es lo importante».
Mujer sujeto pro activo
«Estamos -añadió- a años luz de los clubes de intercambio o de los burdeles» «Una mujer -insistió- siempre ha sido un objeto sexual y nosotros queremos que sea un sujeto pro activo».
Según el empresario, que también es catalán, el único problema que tuvieron con el salón fue la denuncia presentada por un vecino de Lalín, que hizo llegar al Servizo de Igualdade de la Xunta. «Solo hemos tenido esta polémica», insistió.