Señales y paneles avisan del radar en el tramo negro de la A-8

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

LUGO

XAIME RAMALLAL

La zona más afectada por la niebla ya tenía restricciones

30 dic 2014 . Actualizado a las 09:16 h.

El automovilista que circula por el tramo de menos visibilidad de la A-8, comprendido entre A Xesta (Abadín) y Arroxo (Lourenzá) sabe que en esa zona hay control de velocidad por radar, aunque la medida, decidida por el Ministerio de Fomento, solamente afecta a la circulación en sentido Asturias.

Avanzando por la transcantábrica en sentido Asturias, una señal vertical aparece en el kilómetro 551: el trazado ha dejado la zona llana que recorre al nordeste del municipio de Abadín y ha iniciado ya la ascensión hacia el Fiouco, punto más alto de la A-8, ya en el concello de A Pastoriza. El automovilista se encuentra luego con un panel que le comunica, de manera intermitente, que entra en una zona de control de velocidad por radar.

De todos modos, la restricción, que impide superar los 100 kilómetros por hora, no afecta a todo el tramo negro de la A-8, que en los últimos meses ha estado cerrado por la niebla repetidas veces. Los cortes incluyen el trecho que va de A Xesta a Arroxo, en donde hay sendas rotondas de acceso, mientras que el radar acaba su actividad en el municipio de Mondoñedo, cerca del acceso de Curros.

A tenor del viaje realizado ayer por la mañana -sin niebla, lluvia u otra circunstancia meteorológica adversa que obligase a extremar la precaución-, parece que la colocación del radar actúa como freno para los automovilistas, que no circulan a velocidades excesivas en esa zona de la autovía.

Sin embargo, la restricción para la velocidad que supone la instalación del radar, con la limitación a 100 por hora, no supone una novedad absoluta en una zona en la que ya hay otros impedimentos de ese tipo. Por ejemplo, antes del viaducto de Lindín -el de mayor longitud de la A-8 en Lugo, con 750 metros- la velocidad está limitada a 100 por hora, y se aconseja a los automovilistas que por ese lugar y por el viaducto de A Fonte, cercano al anterior, no se pase a más de 90 por hora.

Por otra parte, en esta zona de la A-8 hay también, ya desde antes de la instalación del radar, otras señales que avisan a los conductores de medidas que deben tomar -no superar los 80 por hora, encender las luces del coche y evitar los adelantamientos- cuando la visibilidad se reduce por la niebla.

en directo limitación de velocidad en la autovía del cantábrico