Una estación meteorológica de la prehistoria remota en la sierra de O Courel

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO

Estalagmitas de gran tamaño en una de las galerías de la cueva de Arcoia.
Estalagmitas de gran tamaño en una de las galerías de la cueva de Arcoia. guillermo díaz aira< / span>

Los científicos obtienen en la cueva de Arcoia una secuencia de datos climáticos de los últimos 550.000 años

15 dic 2014 . Actualizado a las 09:38 h.

El próximo marzo serán presentados en un congreso científico en Estados Unidos -el encuentro anual de la Geological Society of America- los últimos resultados de una larga investigación sobre los climas prehistóricos de Galicia en la que se utilizaron las estalagmitas de la cueva de Arcoia, en la sierra de O Courel. En el estudio han tomado parte investigadores del Instituto Universitario de Xeoloxía de A Coruña y de las universidades norteamericanas de Georgia, Minnesota e Illinois.

En fases anteriores de este proyecto, los científicos ya habían conseguido reconstruir datos climáticos de hace 14.000 y 235.000 años. Hace unos meses se anunció que se había logrado extraer otros datos mucho más antiguos, de hace más de medio millón de años. Una vez terminado el complejo proceso de revisión de las dataciones, ahora se confirma que ha sido posible reconstruir una secuencia prácticamente continuada de información climática que abarca los últimos 550.000 años. El geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, director del instituto coruñés, señala que esta es la secuencia más larga, antigua y completa que se ha obtenido hasta ahora en tierra firme en toda la Península Ibérica. «En los depósitos sedimentarios marinos de la plataforma continental ya se consiguieron otros registros más antiguos, pero los de Arcoia son muy importantes porque nos proporcionan una información directa y mucho más exacta sobre el clima de tierra firme en un arco de tiempo muy extenso», explica.

Este gran archivo de datos climáticos -añade Vidal Romaní- puede constituir una importante ayuda para muchos investigadores. Las informaciones extraídas de las estalagmitas de Arcoia no solo tendrán interés para los estudios sobre los paleoclimas del noroeste ibérico y la dinámica de los cambios climáticos. También serán de gran valor para los arqueólogos, los paleontólogos y los botánicos especializados en la flora antigua, ya que proporciona una base fiable para reconstruir las condiciones ambientales del pasado. «Estos datos, por ejemplo, pueden ser muy útiles para los arqueólogos que investigan actualmente los yacimientos de Cova Eirós y de otros lugares, porque sirven para entender mejor cómo eran los ecosistemas que rodeaban a las poblaciones del Paleolítico y cuáles eran sus condiciones de vida», explica el geólogo.

Fauna fósil

El registro climático será asimismo un complemento de gran valor para las investigaciones que otros especialistas del instituto geológico coruñés están llevando a cabo desde hace varias décadas sobre la fauna fósil del Pleistoceno de las montañas lucenses.