El único acusado por el doble crimen de Xermade dice que fue a robar y que lo amenazaron para que no hablara

Xosé Carreira LA VOZ / LUGO

LUGO

ÓSCAR CELA

Brais Lozano declara que fue amenazado para que no hablara

29 sep 2014 . Actualizado a las 20:17 h.

Después de un par de horas para la constitución del jurado popular, comenzó en la Audiencia Provincial de Lugo el juicio a Brais Lozano, un joven vilalbés acusado de matar a un padre y a su hijo en Burgás (Xermade), el miércoles de ceniza del año 2012. Se enfrenta a un total de 74 años de prisión. Con él había sido detenido otro hombre, Juan José Calaza, el Pibe, pero falleció en abril al sufrir una enfermedad en prisión. Según la investigación, ambos emplearon palos y barras y actuaron con una gran violencia. Incluso llegaron a matar un perro que estaba en la casa.Una tercera persona que estaba en el lugar de Xermade se salvó porque la dejaron por muerta. Se trata de la esposa y madre de las víctimas, que espera a ser llamada para declarar. Para atemorizarla colocaron el perro muerto sobre ella.

El tribunal popular lo integran siete mujeres y cuatro hombres. Todos son personas muy jóvenes ya que la media de edad no llega a los treinta años.

El acusado niega cualquier participación en los hechos violentos. Solo acompañó al otro imputado, fallecido, para robar droga y dinero a la casa. Expresó que estaba amenazado de muerte por el otro implicado que definió como muy violento.

El abogado de la familia de las víctimas recordó que el doble crimen fue premeditado. Los autores, recordó, iban encapuchados para no ser reconocidos y además llevaban varios útiles. Además, significó, cortaron el teléfono de la casa para que no pidieran ayuda. Destacó también que los autores actuaron con crueldad y ausencia de compasión. No aceptó la versión del acusado y dijo que no se limitaba a pasar por allí. Criticó que estuviera callado durante meses hasta que fue hallada en la casa una colilla con su saliva.

El letrado del acusado, tras criticar a su colega, por anticipar hechos al jurado antes de tener oportunidad de valorar las pruebas, pidió que los miembros del tribunal popular que no se dejasen influenciar por hechos truculentos.

La sesión de tarde tuvo como especial protagonista a la superviviente de la masacre quuedó maleherida tras el ataque. En su intervención dijo que habían sido dos las personas que habían entrado en su casa y que una le dio con la parte de atrás de un hacha en la cabeza mientras que otra la arrastró por las escaleras de la casa hasta la cocina. La que le atacó con el mango del «machado» le pidió insistentemente que les entregara el dinero. El juicio continuará esta mañana a las diez con la declaración de más testigos.